La sanción de la nueva Ley de Alquileres y la decisión del Gobierno Nacional de prorrogar el DNU que exige no aumentar los contratos de alquiler (que se dictó en plena pandemia) fueron dos medidas que golpearon de lleno en el mercado inmobiliario.

Si bien lograron alivio de parte de los inquilinos, a los propietarios no les cerró y una gran mayoría decidió retirar sus unidades del mercado del alquiler. Roldán no escapó a las generales de la ley y los principales referentes del mercado local marcan una realidad: cada vez es más difícil rentar una vivienda de manera permanente.

“Hay propietarios reacios a comprometerse a tres años de contrato. Las nuevas reglamentaciones los hacen dudar por los indices inciertos que van a estar manejados por el estado. La gente que tiene intenciones de vender antes la alquilaba y esperaba comprador , hoy en dia con un plazo de 3 años esta posibilidad queda descartada.
Ya no hay personas que compren inmuebles usados para renta como sucedia hace un tiempo ya que la inversion es muy grande para obtener un retorno bajo, por eso muchos optaron por dejar la casa desocupada a la espera de un comprador ajustandose a los valores actuales de venta o alquilar en plazos temporarios y no permanentes. Todas estas cuestiones son las que provocan un suba muy considerable en los montos de los alquileres permanentes”, analizó David Flores de la inmobiliaria Susana Ippoliti.

Por su parte, Sofía Cicchitti de Cicchitti Propiedades coincidió: “Como consecuencia de la nueva ley de alquileres vigente desde julio del 20 20, y del decreto de necesidad y urgencia vigente desde marzo 2020, se observa una retracción en la oferta de inmuebles en alquiler. Consideramos que las medidas tomadas por el gobierno, con el fin de beneficiar a la parte locataria, termina produciendo un efecto contrario, perjudicando a este último. Ante menor oferta de inmuebles, los precios aumentan. Resumiendo, hay poco y más caro”.

“Si a esto le sumamos el encierro que viene pasando la gente tras un año de pandemia, y que la zona resulta más atractiva por la búsqueda de espacios abiertos de gente que viene de la ciudad de Rosario, nos encontramos claramente ante una situación complicada por una demanda que crece y una oferta que baja. Asimismo, con precios de la construcción en aumento, recuperar una inversión puede llevar muchísimos años, por tanto gente que antes utilizaba la construcción como manera de inversión o ahorro, hoy deja de hacerlo, empeorando aún más la situación”, sumó.

Soledad Alfonso, de Alfonso Propiedades, estableció: “Varios clientes dejaron de colocar sus casas en alquiler debido a la nueva ley de alquileres (ley 27.551) que se dictó durante la pandemia. Como los propietarios están en duda sobre que índices van a actualizar, la mayoría prefiere dejar el inmueble vacío. Es decir, antes con la Ley vieja cuando se alquilaba por dos años, el primer año era un precio fijo y el segundo año el inquilino tenía un monto de elevación entre un 30 y 40% según la inflación del año, ahora con la nueva ley el primer año se da a un precio fijo y el segundo y tercer año, el valor del ajuste anual se va a indexar por un número que sale del índice de precios del consumidor y el índice de la remuneración de sueldo que va a estar publicado por el Banco Central. Como no está establecido el porcentaje de aumento, los dueños prefieren esperan y sacar el inmueble del alquiler y ponerlo a la venta”.

“Nosotros vemos que muchos propietarios decidieron no alquilar más, porque no les reditúa. El monto del alquiler para los inquilinos es caro, pero para los dueños es muy poco. Prefieren correr el riesgo de estar seis meses sin la casa alquilada y vender la propiedad”, dijo María Sánchez Molina, de Ordoñez Propiedades y agregó: “La extensión del DNU generó que la mayoría de propietarios deje de pensar en alquilar, dado que los inquilinos debido al aumento de la canasta básica, se retrasa en el pago de los alquileres”.