La Ciudad

Vuelta de página: cómo se adaptó el kiosco de diarios y revistas para sobrevivir en pandemia

El dueño del único sitio de venta de diarios y revistas de la ciudad contó cómo debió reinventarse en un negocio que fue golpeado por la coyuntura.

La pandemia golpeó a muchos rubros comerciales, los cuales buscan reinventarse continuamente. Uno de ellos es el de los kioscos de diarios y revistas, que hace años era redituable y que desde hace un tiempo lucha contra la digitalización de las noticias con el avance de Internet y ahora contra los flacos bolsillos de los clientes. El Roldanense habló con Sergio Galabres, dueño del único Kiosco de revista de la ciudad y detalló cómo es la actividad en la actualidad.

‘‘Durante la pandemia nuestro rubro sufrió una caída muy fuerte, dado que muchas personas empezaron a virar hacia el lado de lo digital. Además sufrimos una caída sustancial de compra de diarios porque se creía que el papel contagiaba coronavirus, entonces muchas personas mayores a 60 o 70 años dejó de adquirirlo. Aproximadamente se contabiliza que se venden unos 20 diarios menos por día’’, contó.

‘‘Otro de los golpes fuertes al puesto de diarios fue que la norma que dictaminó el Ministerio de Salud donde se deja expresamente detallado que no se puede repartir los diarios a los clubes, bares, estaciones de servicios y panaderías. Eso generó un golpe al bolsillo porque ellos eran clientes fijos, y la llegada del coronavirus nos los quitó. Si bien se demostró que el papel no contagia,  aún en la actualidad seguimos sin poder volver a esa rama de clientes’’, explicó y agregó: ‘‘Por otro lado durante la pandemia se dejó de imprimir el Billiken, la revista Gente, Para Ti, Pronto, Saber Vivir, entre otras marcas y eso hace que las personas vayan perdiendo el interés por visitarnos’’.

‘‘Durante este tiempo tuve que buscar ir reventándome y lo que fue generando que se mantuvieran las ventas son las revistas para los más chicos, como así también colecciones de libros o de cosas para armar’’, destacó el experimentado canillita y agregó al estar los chicos en las casas aumentaron las ventas de revistas para para colorear.

‘‘En la idea de poder mantener abierto el Kisoco, agregué la venta de libros de textos o novelas, lo hice mediante un acuerdo con una editorial grande de Rosario, en donde me hacen un descuento importante, entonces, las personas que necesitan algún libro en particular me hacen el pedido y yo se lo traigo y lo vendo al mismo precio que está en la librería y de esa manera puedo abarcar un mercado que en Roldán no hay’’, explicó sobre una de las maneras que encontró para subsistir.

‘‘El kiosco lo atiendo yo solo, por la mañana de lunes a lunes. Históricamente los domingos es el día de mayor trabajo y eso se mantiene, pero lo que cambió es el reparto porque antes lo hacia en moto, pero ahora Roldán se agrandó y las distancias me obligan a hacerlo con el auto’’, detalló Sergio y explicó: ‘‘Uno ama este rubro pero la digitalización de las noticias con el avance de Internet es complicado mantenerse abierto, pero lo voy seguir defiendo con alma y vida por que es mi pasión’’.