La agrupación Octubres Roldán (que en las elecciones de 2019 militó dentro del espacio justicialista bajo el paraguas de María Eugenia Bielsa) tuvo la semana pasada un primer encuentro de cara al escenario que se avecina. Lo llamaron “cabildo abierto” y del mismo salió un documento que sienta las bases de un armado político que piensa seriamente en presentarse a la contienda electoral local.

Este primer encuentro se hizo “con la idea de empezar a compartir ideas y proyectos sobre la política de Roldán”, según afirmó uno de sus integrantes en diálogo con El Roldanense, quien sumó que la idea es repetir la reunión en 15 días.

Dentro del espacio hay referentes de entidades del casco urbano, de los barrios y los loteos, gente que hace ya algunos años vienen participando de la escena pública local desde diferentes ámbitos como clubes, vecinales, y organizaciones sociales y barriales.

“Alrededor de 30 compañeras y compañeros hemos generado este Cabildo Abierto con el objetivo de hacer un primer diagnóstico de las políticas faltantes y aquellas detenidas en el tiempo que deben mejorar. Las autoridades siguen viendo a Roldán como un pequeño pueblo de no más de 10.000 habitantes que hoy se ve transformada por una pujante población que supera las 30.000 almas. Pero además, con una corriente migratoria de jóvenes que no superan los 40 años que van gestando una población infantil con necesidades particulares, sobre todo en términos de salud y educación”, puede leerse en el documento que armaron tras el primer encuentro.

“La pandemia actual ha profundizado los problemas de pobreza, debido a que Roldán no cuenta con un gran campo laboral, y tiene una gran dependencia con la metrópoli cercana, que a veces la cualifica como una ciudad dormitorio. Vecinas y vecinos que trabajaban en Rosario, hoy cumplen sus tareas desde sus domicilios en Roldán y sufren la falta de conectividad, los cortes eléctricos, etc. A esto se le suma la falta de seguridad en general, los deficientes servicios, la partición de la urbe con autopista y rutas, las fumigaciones, la época de cosechas con interminable paso de camiones que llevan productos a los puertos cercanos, y la falta de respuestas sensibles hacia todos los vecinos, tanto del casco antiguo como de los barrios y loteos que hoy conforman la ciudad”, dispararon en el escrito.

Por último, sostienen: “Nos atrevimos a dar este primer paso que -como dicen los sabios filósofos- constituye el principio de un largo camino por recorrer. Creemos que el viaje es largo, pero estamos convencidos de poder hacer de Roldán, una ciudad sostenible y sustentable para lograr la calidad de vida que nos merecemos y se merecen las nuevas generaciones”.