El día en que se presentaron en sociedad y tocaron por primera vez, los chicos que conformaron la banda A la Deriva no se imaginaban que sus canciones iban a tener una gran devolución del público. Mucho menos, que lo vivido en este año los iba a marcar y les iba a dejar momentos de colección, de esos que se archivan en la memoria para siempre. Recientemente cumplieron el primer aniversario desde que dieron origen al grupo, luego de unir sus talentos en el Instituto Ciudad de la Música, y se permiten soñar con ir por más.

“En un principio no teníamos idea de todo lo que nos iba a pasar. Formar la banda fue algo muy espontáneo y las cosas se fueron dando solas, con el tiempo”, cuenta Emilia Bianchi, una de las integrantes de la banda, a El Roldanense. La acompañan Camila Wirsch y Lucía Machado, todas ellas oriundas de Roldán, y Max Weihmuller, de San Jerónimo. “Estamos muy contentos y agradecidos, nunca pensamos que nos iba a ir tan bien e íbamos a recibir tanto cariño. Todos hacemos el mismo balance, este año nos dejó mucho crecimiento personal y profesional”, señaló.

Los cuatro asumen que la banda es, en paralelo, un cable a tierra. “Así sea en los ensayos, juntadas o shows, siempre se hizo todo con mucho esfuerzo y disfrute”, describió la joven artista local, quien valoró la simbiosis lograda en equipo. “Nos fuimos ayudando y enseñando mutuamente, porque cada uno percibe lo musical de distintas maneras”, razonó, y a la vez destacó el apoyo familiar: “Todo el aguante que recibimos por parte de nuestras familias fue increíble y generó un vínculo hermoso entre todos”, contó. 

Aún cuando se le hizo imposible nombrar un momento como el más importante de este año, Emilia sí destacó instantes que los marcaron como banda en este tiempo. “Nos tuvieron en cuenta para hacer un show a beneficio con ‘New Beats Band’ y fue una experiencia hermosa. El cariño de la gente marca todo, escuchar que cantaban con nosotros y aplaudían por primera vez fue increíble”, recordó. “Tuvimos un show en el que un nene se nos acercó a decirnos que era nuestro fan. Lo sentamos con nosotros y le cantamos una canción que nos pidió”, describió.

“Crecimos un montonazo como banda en lo musical y todos lo hicimos de forma particular. Nos impulsamos a desenvolvernos más en el escenario, implementamos un montón de cosas que no teníamos en cuenta y aprendimos a complementarnos”, expresó. A futuro, la banda se ilusiona con llegar a más lugares, grabar sus canciones y “exprimir los instrumentos que sabemos tocar”. “Nuestro nombre es muy específico, vamos literalmente a la deriva, nunca estamos quietos, siempre buscamos nuevas posibilidades y opciones pero dejamos que fluya”, detalló.

Luego de explorar con éxito lo desconocido, el grupo se ilusiona con más. “Este año cada uno en lo personal va a vivir muchos cambios y nuevas etapas, y creemos que una meta muy importante va a ser encontrar el balance para seguir haciendo esto que tanto nos gusta”, esgrimió. Mientras tanto, la banda sigue tocando y tiene nuevas presentaciones agendadas. El sábado 24/2 lo hará en la “Noche de Rock” en Roldán, el 2/3 en un bar de Tierra de Sueños 2 y el 18/4 en TBS, de Funes. “Hay A la Deriva para rato”, dijo Emilia entre risas.