La increíble estafa sobre un barrio privado top en San Jerónimo que involucró hasta a falsos inversores turcos
El proyecto se presentaba como el primer barrio cerrado con aeropuerto propio de Sudamérica. Un abogado fue imputado por defraudación y estafa a dos empresarios inmobiliarios.

El mega proyecto conocido como “Flytown – Área Aeronáutica de negocios, residencial y deportiva – Club de Campo Aeronáutico” comenzó a circular a fines de 2021. Por entonces, apareció en medios regionales y nacionales, al tiempo que sobresalía como un desarrollo de primer nivel. De hecho, se presentaba como el primer barrio cerrado con aeropuerto propio de Sudamérica. A eso sumaba 132 lotes, hotel cinco estrellas, centro comercial, campo de deportes y cancha de golf, con ingreso por la autopista Rosario – Córdoba.
Sin embargo, tamaño proyecto resultó ser una estafa, según publicó Rosario 3. A fines de febrero y comienzos de marzo, avanzó la investigación contra el abogado Jorge Evaristo, quien tenía relación con Emprendimientos Financieros Inmobiliarios (EFISA), una de las inversoras del desarrollo. Tras la denuncia de los hechos,el fiscal Ramiro González Raggio imputó al abogado por “estafa y defraudación por otorgamiento de contrato simulado o falsos recibos en concurso ideal y en calidad de coautor”. Sus ardides involucraron hasta a falsos empresarios turcos.
Evaristo se presentó como un profesional que había mediado en otros proyectos inmobiliarios de magnitud y logró convencer a Adrián Oscar Kuschner y Flavio Gerardo Cabral, socios de EFISA, quienes se encontraban en la búsqueda de financiación para el megaproyecto. En paralelo, simuló ser representante legal de una falsa empresa turca denominada Global Investment Group FZE, con supuesta radicación en Estambul. Señaló, además, que su contacto con los turcos era alguien llamado Ibrahim Tafa.
A través de sus maniobras engañosas, Evaristo hizo que los dos empresarios le firmaran un acuerdo de confidencialidad para comenzar a tramitar los contratos de un préstamo que sería de u$s 136.326.039. En un principio, aseguró a los hombres de EFISA que desde Turquía le solicitaban el pago de un seguro o garantía previamente a otorgar el dinero. El valor de ese seguro era de u$s 20.850 y se le añadía un impuesto apócrifo por u$s 163.591 que supuestamente era exigido por el gobierno turco. El abogado hizo que ambos socios depositaran los dólares.
Luego de efectuar el último pago, EFISA recibió un comprobante de transferencia de Group FZE por la suma millonaria del préstamo, no obstante la plata nunca fue acreditada. Evaristo alegó que tamaña cifra había sido retenida por disposición del Fondo Monetario Internacional para la prevención de lavado de activos, y les pidió el pago de un certificado de u$s38.500 para destrabar la transferencia. Fue entonces que Kutcher y Cabral se percataron de las maniobras espurias de su interlocutor y lo denunciaron por estafa, sin poder recuperar aún el dinero que pusieron.