Lautaro Casas se volvió de Corrientes con un más que meritorio subcampeonato argentino juvenil de boxeo tras caer en la final contra el bonaerense Tomás de Mora, en la que fue la última pelea de la noche y el cierre del evento, y que finalizó con un fallo polémico que desfavoreció al deportista roldanense.

«Era una pelea que veníamos llevándola bien, no era necesario buscar y arriesgarse porque la veníamos ganando bien», analizó en contacto con El Roldanense y, al hacer un balance del campeonato, rescató su enfrentamiento por cuartos de final contra el neuquino Germán Tapia como «la mejor pelea de todo el torneo y de mi carrera, ahí me gané el cariño de la gente», destacó.

Por sus buenos resultados, Lautaro no sólo se transformó en el segundo mejor de Argentina sino que su destacada participación en la competencia nacional lo puso adentro del seleccionado argentino de boxeo juvenil y de esta forma se le abren ahora las puertas de las torneos de nivel internacional.

«Le doy gracias a mi entrenadora física y a mi entrenador que gracias Dios son mis padres ya que gracias a ellos llegue a dónde estoy», dijo y sumó: «Esto es sólo el comienzo de mi historia, hay muchas propuestas. La verdad que este viaje me ha enseñado que si uno sueña, con la ayuda de Dios, puede lograr todo lo que se propone, sólo hay que tener paciencia, entrenar y hacer mucho sacrificio».

«También estamos contentos porque a pesar de todo Santa Fe se llevó todos los premios a la mejor delegación. Además mi papá fue el mejor entrenador del campeonato obteniendo la Copa  a la mejor delegación de Santa Fe, sacando tres chicos campeones logrando dos títulos de campeones y uno subcampeón», agregó y cerró agradeciendo al intendente José María Pedretti «por el apoyo y la confianza que siempre me da» y a la ferretería San Luis.