La costumbre del hombre era viajar hasta el cruce de rutas en bicicleta y dejarla en el lugar para tomar el colectivo rumbo al trabajo. Se trata de una zona a priori segura por su cercanía con la garita del Comando, pero este miércoles al volver de su jornada laboral se encontró con que el rodado había sido robado.

En diálogo con El Roldanense, la esposa del damnificado contó que todos los días a las 4 de la mañana su marido se desplazaba en dos ruedas desde su casa en Acequias del Aire hasta la parada y que doce horas más tarde retiraba el vehículo.

Este miércoles se produjo un detalle que terminó siendo decisivo: “Se le cayó la linga cuando salía y tuvo que dejar la bici apoyada contra la pared, cubierta con la de un compañero que sí quedó atada. A las 16 cuando baja del colectivo, la de él no estaba. Ahora quedamos a pata”, explicó la mujer.

La denuncia quedó radicada en sede policial y “la esperanza de que aparezca está”. Las víctimas del robo, para quienes la bicicleta es su medio de transporte por excelencia, brindaron una detallada descripción del rodado para que la comunidad preste atención: “Es una playera negra que tiene cromado el arco donde engancha la cadena, manijas de goma, asiento nuevo”.