Por Carlos Cirnigliaro Faifer, médico generalista integrante del equipo de Beta Salud.

Llegan nuevamente los meses de frío y, con ellos, los cuadros respiratorios. En este artículo quisiera dejar algunos consejos, recomendaciones e impresiones para los meses fríos que tenemos por delante.

Primero: tener el carnet de vacunas al día, principalmente los grupos más vulnerables que son los niños y adultos mayores. Una vacuna no evita enfermar, pero sí evita que podamos cursar formas graves de dicha enfermedad y reduce enormemente nuestras chances de fallecer por dicho padecimiento. Además, no olvidemos la “protección de rebaño” para aquellos que tienen contraindicación de vacunarse.

Segundo: ventilar. Un ambiente enrarecido y que no se ventila es el lugar ideal para que un virus o bacteria pueda diseminarse. No es el pelo mojado al salir, ni el andar descalzo lo que nos hace enfermar. Abrir las ventanas unos minutos al día para que el aire circule arrastra fuera los patógenos que están en suspensión.

Tercero: lavado de manos. Sigue siendo una de las mejores herramientas para prevenir las infecciones de múltiples orígenes. Todo lo que tocamos, eventualmente, termina llegando a nuestra cara y facilitando que los gérmenes lleguen donde necesitan para enfermarnos.

Cuarto: Evitar los ambientes excesivamente calefaccionados. Los calefactores y aires acondicionados, al usarse en modo calor, remueven la humedad del ambiente. Eso hace que nuestras mucosas se resequen y se genera así un ambiente propicio para el ingreso de gérmenes, porque éstas son una de nuestras primeras líneas de defensa. Limpiar bien los filtros de los aires y tener alguna fuente de humedad en el ambiente donde estemos ayuda mucho. Mantener una temperatura agradable y usar algo de abrigo en el interior de la casa es lo mejor.

Quinto: Controles de salud y consulta oportuna al médico. Un chequeo de salud de manera regular nos permite detectar problemas de salud antes de que empiecen los primeros síntomas. Pero si ya comenzaron los síntomas, la consulta oportuna puede evitarnos un cuadro grave o una consulta a la guardia.