La Ciudad

Nació en Roldán, vive en Utah, y volvió a la escuela Fiscal para reconstruir su historia

José Luis Ascúa tiene 69 años. Cuando estaba en cuarto grado se fue con su familia a San Nicolás y más tarde emigró a Estados Unidos. Después de muchos años volvió a la ciudad e hizo una importante donación a la escuela.

Menos de 10 años tenía José Luis Ascúa cuando sus padres Miguel Ángel y Silvana de Ascúa decidieron irse de su domicilio en Independencia al 700 en Roldán para vivir en San Nicolás. En ese momento, él había terminado cuarto grado en la Escuela Fiscal y los recuerdos de entonces no pararon de hacerse presente en su memoria. Pese a los años, pese a la distancia.

José Luis hoy tiene 69 años e hizo su vida en Utah, Estados Unidos, donde formó una familia con cinco hijos y muchos nietos. Pero la necesidad de reconstruir parte de esa niñez lo trajo por estos días nuevamente a la ciudad, y la primera puerta que golpeó fue la de la Fiscal.

Como cualquier hijo de vecino, se presentó la semana pasada y consultó por la directora del establecimiento. Claudia Dolci se hizo un tiempo en el trajín diario y lo empezó a escuchar convencida de que se trataba de un exalumno más que llegaba a pedir su título de primaria con intenciones de hacer el secundario y completar sus estudios.

Pero de a poco se fue dando cuenta que la historia que José Luis tenía para contar distaba mucho de lo que ella se imaginaba. “Tengo historias que cerrar, recuerdos de mi infancia que no tengo muy presentes”, le dijo a Claudia y empezó a soltar algunos nombres. Su presencia en la institución respondía a sus intenciones de encontrar gente que pudiera ayudarlo a reconstituir su pasado.

Viene seguido a Argentina ya que tiene un hijo viviendo en San Nicolás, pero es la primera vez que vuelve a Roldán. “Escuchado sus relatos hacíamos la reflexión de cómo una docente puede marcar la historia de un alumno como para que sienta la necesidad de volver a reconstruir su historia. Nos mencionaba a su seño Susana y su seño Anita”, señaló Claudia en diálogo con El Roldanense.

Movilizadas por el relato, tanto Claudia otros integrantes de la institución, le facilitaron algunos contactos para que pudiera cumplir su objetivo. En agradecimiento, José Luis quiso dejar un presente y si bien las docentes no quisieron aceptar nada, en ese momento llegó al lugar la persona que les alquila una fotocopiadora.

Este lunes, José Luis volvió a la escuela y lo hizo con una fotocopiadora de regalo. “Estos gestos desinteresados de generosidad se ven muy poco asique estamos muy agradecidas y contentas porque haya podido encontrarse con gente querida y con su escuela”, manifestaron Claudia, y Débora, Patricia y Germán, quienes recibieron la donación.