La Ciudad

Pelucas solidarias: la roldanense que está al frente de una gran movida para pacientes oncológicos

Jaquelina Minucci representa a la ONG CENAIH y recibe donaciones de cabello natural en Roldán y Funes. “Los pacientes se ponen muy felices al recibirlas, esto representa una pequeña luz”, contó.

La ONG rosarina CENAIH (Centro de Apoyo Integral Hemato Oncológico) dio el puntapié inicial del proyecto en 2023, cuando el equipo interdisciplinario que trabaja allí se capacitó en la confección de pelucas oncológicas a partir de cabello donado. Lo que comenzó como una formación se transformó en un taller de voluntarios que produce las unidades y atiende las necesidades de diferentes pacientes. Entre ellos se encuentra la nutricionista Jaquelina Minucci, quien se encarga de juntar donaciones de cabello en Roldán y Funes.“El equipo responde a la demanda de pelucas por parte de pacientes, al armado y entrega de las mismas. Son gratuitas, mientras que las compradas llegan a costar hasta un millón de pesos”, describió Jaquelina en diálogo con El Roldanense. La organización en la que trabaja brinda alojamiento gratuito a pacientes de bajos recursos con enfermedades oncológicas y hematológicas. Junto a ella, hay profesionales como psicóloga, psicóloga social y trabajadora social que asesoran a familias de todo el país y llevan adelante diversos talleres.Cuando alguien se comunica con CENAIH vía WhatsApp (3412661910) para solicitar la peluca para niño o adulto, los voluntarios piden una foto en la que el paciente tenga cabello para hacerla lo más semejante posible. “También preguntamos datos personales como nombre, apellido, edad, domicilio y el tratamiento que llevan a cabo”, especificó. Más allá de que cuentan con un stock, priorizan crear una peluca que se parezca al look del paciente. “Una vez confeccionada, lo volvemos a contactar e invitamos a que venga a probarse”.Aún cuando las hacen con cabello natural, el plantel tiene en cuenta la comodidad de las personas que se contactan. “Las compradas tienen un casquete con muchos cosidos incómodos y son más calurosas. Nosotras usamos un microtul elastizado que es más suave a la piel de la cabeza”, contó Minucci. El voluntariado que se formó este año creció sobremanera con el paso de los meses, tanto que hace poco tiempo comenzaron un proyecto de concientización y capacitación junto a la UNR que se denomina “Pelo x Pelo” y agotó sus vacantes en pocas horas.“Los pacientes se ponen muy felices al recibir una peluca. Le damos el espacio y el tiempo necesario para probarse las que quieran. Tienen un baño personal con espejo”, detalló. “Si ven algún detalle por modificar lo vemos ahí mismo, usamos planchita, tijera, peinados, y acomodamos. Respetamos el espacio personal”, señaló. Incluso, existe la posibilidad de que puedan llevar la unidad a una peluquería que diseñe lo que cada uno desea. “Se van muy contentas, y me refiero a ellas porque la mayoría son mujeres, pero también diseñamos para hombres”, contó.La profesional roldanense expresó, además, que se ha encontrado con casos de personas que solicitan una peluca y llevan cabello de familiares o de ellas mismas, que se lo cortaron antes de perderlo. “El estado anímico juega mucho en el tratamiento. Algunos creen que sólo es cabello”, afirmó Minucci. “Cuando venís de perder tu rutina, también dejas de comer lo que tanto amabas, modificas tus hábitos en general, pasas a depender de los horarios de los estudios, cirugías y visitas médicas, y a eso hay que sumarle la pérdida de tu imagen corporal”, afirmó.“Personalmente me da una satisfacción enorme saber que puedo ayudar a alguien que lo necesita y está pasando un mal momento”, aseguró Jaquelina, quien todas las semanas se reúne a trabajar junto a los demás voluntarios. “Quizás ve todo oscuro con noticias malas y esto representa una pequeña luz, un cariño, un gesto de amor que la ayuda a sobrellevar el tratamiento”, añadió, y puntualizó: “Hay que tener presente que todos podemos pasar por lo mismo y atravesar en algún momento de nuestra vida tener una enfermedad como el cáncer”.Desde su casa en Roldán, se encuentra a cargo de recibir el cabello donado, así los interesados en unirse a la causa no deben viajar hasta la sede de la ONG. “Debe tener un largo mínimo de 20-25 centímetros, seco, atado en colitas o trenzas. Los donantes reciben un certificado de donación por dicha acción. Voy a recibir en mi casa ubicada en Misiones 614, esquina Gálvez, Tierra de sueños 1”, esgrimió. En paralelo, también se puede contactar con ella a través de WhatsApp al 3413523815. Mientras tanto, la movida solidaria de las pelucas no se detiene.