¿Qué piensa el radicalismo local sobre el pacto entre UCR y PRO a nivel nacional?
Daniel Escalante y Pedro de Iparraguirre, ambos concejales y referentes boina blanca en la ciudad, se expresaron sobre el acercamiento hacia el partido de Macri.
Después de que en su convención nacional del fin de semana pasado el radicalismo, a instancias del sector representado por el senador Ernesto Sanz, decidiera una alianza con el PRO de Mauricio Macri para confluir en una interna presidencial, en todo el país surgieron voces –tanto críticas como de apoyo, según el caso– que hicieron referencia al acuerdo. Roldán, por supuesto, no fue la excepción.
¿Qué opinaron los referentes locales del partido boina blanca en el marco de una provincia en la que hacia adentro de la UCR, por distintos motivos, prevaleció una mirada negativa del acercamiento?
“La mayoría de los convencionales de la provincia de Santa Fe tenía una posición distinta a la que salió, que era seguir conformando y construyendo el espacio UNEN. Pero hablar hoy, con el diario del lunes, no sirve. Hoy hay que ser orgánico y pensar que hubo una mayoría que decidió otra cosa”. Así se expresó el concejal Daniel Escalante al ser consultado sobre el tema por El Roldanense.
En la misma línea, el referente del Frente Progresista Cívico y Social (FPCyS) local continuó: “Nos sometimos a una convención, dentro de la cual hubo varias propuestas. Yo no soy convencional, pero soy de los convencidos que hay que respetar la decisión de la mayoría”. Y agregó: “Pondero que la UCR se haya reunido como partido político con el 95 por ciento de sus convencionales; y a nivel nacional se llegó a esta posición y es lo que hay que acatar, más allá de que nos guste o no la decisión.”.
Por su lado, el edil Pedro de Iparraguirre, cara visible del Movimiento de Recuperación y Reafirmación Radical (M3R) en Roldán –enfrentado a nivel local tanto con el oficialismo como con el FPCyS–, emitió un sentido documento previo a la convención titulado Una decisión trascendental, el cual deja bien clara su posición contraria a la determinación que finalmente se tomó.
El texto en cuestión comienza estableciendo que “una decisión trascendente implica una elección vital y definitiva que conlleva pérdidas y ganancias; también riesgos […]. Creemos que la UCR está ante una situación de ese calibre. No es la primera vez que le ocurre pero podría ser la última; sobre todo si no decide…, o lo hace mal”.
Más adelante, propone un recorrido histórico-filosófico que aborda la interrogante respecto a la esencia del partido boina blanca para concluir que se trata de un espacio “surgido desde el llano, que se originó para luchar contra un estado de cosas injustas. Popular […]. Horizontal […]. Con cierta apertura doctrinaria, al no creer en dogmas, sino en principios. Poli clasista […]. Humanista […]. Democrático […]. Pluralista […]. Y sobre todo Ético, por ser dueño de un discurso de profundo contenido moral que lo obliga a ser ético no sólo en la propuesta, sino sobre todo en la forma de llevarla a cabo”.
En otro pasaje, más en referencia a los debates que sacuden actualmente al radicalismo, se hace foco sobre la “corriente ideológica” que “cree que el progreso llegará con pequeños cambios. Por eso se encuentra permanentemente proclive a acercarse a otras fuerzas políticas. Por eso, porque ha privilegiado el desalojo del poder del Partido Justicialista (en cualquiera de sus versiones) por sobre fortificar la identidad partidaria, ha conformado Alianzas que en algunos casos pueden servir para ganar, pero que –así como se constituyen– no sirven para gobernar […]. En el mejor de los casos logrará que no lo vuelvan a voltear y que, por consiguiente, ya no se diga que los radicales no saben gobernar; pero al costo de aceptar la preponderancia de un corporativismo como el de los gobiernos populistas que entre 1989 y 1999 o como entre 2003 y la fecha han gobernado o gobiernan falazmente la República”.
Específicamente sobre el PRO de Mauricio Macri, no sin antes (y después) repartir críticas al kirchnerismo nacional y al socialismo provincial, el comunicado habla de un «Populismo» de carácter «Conervador o Neoliberal» que se afirma «en el marketing».
De Iparraguirre se pregunta también si después de esta instancia histórica –encarnizada en la convención del fin de semana pasado– “será posible […] dejar intacto el ideario político más grande de toda América Latina”, en referencia a los fundamentos radicales. Y se responde a sí mismo: “La empresa parece difícil por la ambición personal de parte de su propia dirigencia”.
Por último, de hecho en su epílogo, el texto considera que “quien pertenezca a la Unión Cívica Radical tiene la obligación moral de ser radical en serio, en todo y hasta el fin, sin medias tintas, en un todo consecuente con la frase de nuestro ilustre fundador que al inicio hemos reproducido.* Aún si es preciso más allá de quedar acorralado frente al abismo de la derrota electoral permanente o el de la desaparición…, hasta el vértigo final”.
* La frase a la que se hace alusión, perteneciente a Leandro Alem, dice: Sostengo y sostendré siempre la política de los Principios; nunca transaré con el hecho; nunca transaré con la fuerza; nunca transaré con la inmoralidad; nunca transaré con los conculcadores de las libertades públicas.