La Ciudad

Se conocieron en la facultad, el destino los reencontró y abrieron un espacio de agroveterinaria en la ciudad

Emprendieron en plena pandemia e inauguraron un local en Tierra de Sueños 2. Son veterinarios, asesoran a pequeños y grandes productores y cuentan con laboratorio de animales.

Existen ocasiones en que el destino parece haber escrito la hoja de ruta hace un tiempo. Un grupo de amigos veterinarios, conocidos de la universidad, se ocupaba de sus respectivos trabajos en medio de la cuarentena cuando coincidieron en tiempo y espacio. Cada uno estaba enfocado en lo suyo, pero sus labores estaban relacionadas y compartían la geolocalización. Optaron por unirse y abrir su propio espacio: Agroveterinaria CMV.

Situado en la Avenida de la Paz 2679, en Tierra de Sueños 2, fue inaugurado en junio de 2020. En plena pandemia, los tres compañeros decidieron emprender. “Conformamos un equipo  de veterinarios, cada uno con su especialización, unos en cerdos, otros en vacas y otros en equinos. Nos consideramos una familia”, cuenta Danisa Morales, una de las responsables del local (junto a Federico Barisich y Clara Fernández Boglione), a El Roldanense

Se dedican al asesoramiento de pequeños y grandes productores, y a la venta de insumos veterinarios y biológicos, así como también de la comercialización de alimento balanceado para animales grandes, como caballos, vacas, cerdos y ovejas. “Contamos con  laboratorio para análisis clínico de grandes especies, servicio de ecografía y asesoramiento veterinario”, amplía Danisa.  “Tenemos venta de insumos en toda esta zona, Carcarañá, Casilda, Entre Ríos y parte del norte de Buenos Aires”, cuenta.

Igualmente, la oferta de lo que se puede encontrar no termina allí. “Tenemos todas las sanidades oficiales de SENASA (aftosa, tuberculosis, brucelosis, aujeszky). También, inseminación artificial con representación oficial de  Alta Ciale, de alimentos Santa Sylvina y Ensol, con toda la linea de Ensol Pigs. Todos los precios que tenemos  son los mejores de la zona en insumos”, amplía.

Dada su ocupación y que las actividades del campo nunca cesan, estuvieron exentos desde un primer momento de la cuarentena nacional. “Es una bendición seguir trabajando”, expresa, y explica cómo fue inaugurar un negocio en estos tiempos. “Fue muy inquietante emprender en medio de la pandemia. La mayoría de los locales cerraban y nosotros teníamos la locura de abrir uno nuevo. Pero siempre vemos el vaso medio lleno, de todo lo malo surgen cosas nuevas. Le dimos para adelante sabiendo que iba a ser un gran desafío”.

“Hoy en día, estamos súper felices de todo lo que se logró, estamos creciendo de a poco. En otro momento y sin pandemia, tal vez nos hubiésemos expandido mucho más rápido; esto llevó un esfuerzo mayor de parte nuestra, pero creemos que nos sirvió para afianzarnos como grupo. Estamos muy contentos”, cuenta Danisa mientras rememora el camino recorrido en estos nueve meses. 

Ahora mismo, la familia que conformaron en el local apuesta por un nuevo crecimiento. “Nos parece genial la idea de tener un lugar físico donde nos puedan encontrar, charlar con los productores, generar buenos precios para la zona y que la gente no tenga que ir hasta Rosario a buscar insumos. Además, consideramos que todos los animales necesitan atención veterinaria”, narra. El tiempo los reunió nuevamente y hoy ven crecer su emprendimiento, aunque van por más: “Estamos súper felices de todo lo que se logró, estamos creciendo de a poco”.

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