Desde hace 12 años, Rosana Alessiato lidera Metal 10, una empresa roldanense que siempre ha sido familiar y que se formó desde cero, sin haber tenido experiencia alguna en el rubro. La firma se expandió notablemente en la última década y ella supo hacerse un lugar en un rubro que históricamente ha sido considerado masculino. “Soy una convencida de que no hay diferencias entre el hombre y la mujer, todo depende de la capacitación y el esfuerzo”, dijo en charla con El Roldanense, en la previa al 8M.

En este tiempo manipuló herramientas, manejó máquinas, cortó chapas y se encargó administrativamente del negocio. Mientras acumula experiencia, sigue aprendiendo cada día en lo que hace y delegó gran parte del trabajo en sus tres hijas, que emprenden el mismo rumbo. “A veces los hombres se sorprenden cuando nos ven levantando un caño, o cuando les decimos ‘te alcanzamos el pedido hasta el auto’, pero para nosotras es normal”, contó. Junto a ellas también trabajan su marido y su hijo.

A la hora de brindar un concejo hacia mujeres emprendedoras, Rosana se basó en el camino que recorrió hasta la actualidad. “Todo lo que uno se propone en la vida lo puede lograr con ganas y esfuerzo. No hay barreras que no se puedan sortear para llegar a un objetivo”. A futuro, se ilusiona con que sus hijos continúen con el crecimiento de Metal 10, una marca que logró un muy buen posicionamiento en Roldán y la zona. “Aunque arranques de muy chiquito, siempre debes pensar en ampliar, sumar tecnología y ver qué más podes vender”, afirmó.

 

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