Clima y aumentos, combo letal para el comercio: importante bajón de ventas
El mal tiempo generalizado en la región golpeó fuerte en Roldán. Supermercados, granjas, panaderías, carnicería y otros negocios, afectados en hasta un 40 por ciento.
Lluvias, tormentas, viento, humedad y aumentos de precios: el combo fue letal para el sector comercial de Roldán, donde se registró hasta un 40 por ciento menos de ventas en lo que va de abril, según datos que manejan los propios comerciantes quienes, en diálogo con El Roldanense, dieron cuenta de una situación que por el momento no es de alarma pero sí de preocupación.
El temporal que azotó a toda la zona y que se vivió también en la ciudad terminó por confirmar una tendencia que se venía vivenciando desde comienzos de año, y que tiene que ver con un fuerte bajón. “Con el tema de las lluvias no viene nadie, hice sólo siete ventas cuando debería haber hecho cuarenta a esta hora”, confesó este fin de semana el titular de un importante minimarket.
El de las carnes es un rubro que viene golpeado, es que a los fuertes aumentos que se trasladaron al mostrador ahora se le suma las inundaciones que afectan a los productores, uno de los motivos por los cuales escasean las reses y, las pocas que hay, llegan con nuevas subas. “Si bien en general podemos hablar de un 40 por ciento menos de ventas, hay rubros donde incluso es más, por ejemplo, en la carnicería bajó hasta un 60 por ciento”, marcaron desde el Supermercado Roca.
“Los pequeños comerciantes tenemos que además absorber los aumentos de sueldo que ya se empezaron a pagar y los de todos los servicios. Los mayoristas también aumentan y dicen que es debido al dólar, pero en el último mes el dólar bajó y ellos los precios los mantuvieron. Vamos a tener que aguantar unos meses hasta que todo se vuelva a reactivar y acomodar, si esto llega a pasar de septiembre va a haber muchos damnificados porque hay locales que van a tener que cerrar”, ampliaron.
La situación se vive tanto en los comercios del casco urbano como en los loteos, donde la mala condición climática empañó aun más el panorama ya que se paralizaron las obras en construcción y por lo tanto los cientos de albañiles que son fuertes consumidores, dejaron de serlo.