Por Aquiles Cadirola

Ayudar al otro es de los sentimientos más nobles que puede haber y que mayor satisfacción generan. Más aún cuando hay empatía natural y el sufrimiento de una persona llega con claridad a quienes tienden una mano solidaria, porque ya pasaron por esa situación o la están transitando. Es el caso de Valientes por la Vida, un grupo de mujeres que se unieron para compartir sus experiencias en la lucha contra el cáncer, para lo que crearon un grupo de Whatsapp además de una serie de encuentros semanales que se realizaban en Rosario.

Más tarde nació el hijo de Valientes, el Banco Solidario de Pelucas Oncológicas, cuya sede principal está en San Lorenzo, aunque actualmente también tienen presencia en otras localidades de la región como Villa Constitución y Carlos Pellegrini, con la posibilidad de contar con un espacio propio en la Universidad Nacional de Rosario, un proyecto que está en etapa de desarrollo.

Una de las integrantes de Valientes por la vida y colaboradora del Banco de Pelucas, Estefanía Lanciotti, diálogo con El Roldanense e hizo un repaso por la historia: “A partir del grupo de Valientes por la Vida, que es un grupo de pacientes, de personas que transitaron o están transitando algún tipo de cáncer. En un primer momento funcionó como un grupo de Whatsapp entre las distintas personas que se encontraban en las distintas salas de quimioterapia, que empezaban a hablar y compartir cosas en común. En un principio se llamaba Valientes, surgió en Rosario, y la idea era la contención entre personas que estaban pasando lo mismo”.

“En 2017, a través de una difusión que se dio del grupo y del apoyo a personas que estaban pasando por el tránsito del cáncer (sobre todo gracias a Analía Bocassi, porque Daniela, su hermana, formaba parte del grupo) llegó a muchos lugares y San Lorenzo fue de los principales, porque la gente se movió mucho y se pudo formar una sede que es donde hoy también está el Banco de Pelucas. A raíz que Valientes llegó a San Lorenzo, el grupo empezó a llamarse Valientes por la Vida”, siguió y agregó: “Estos mismos pacientes empezaron a proyectar la idea de tener un Banco de Pelucas, porque la mayoría había pasado por un tratamiento oncológico y no tenían la posibilidad económica para tener una peluca o un lugar de contención. Se empezó a trabajar con una gran campaña de donación de pelo, sobre todo en San Lorenzo. Ahí se dio el puntapié inicial para el inicio del Banco, que después superó todas las expectativas”.

Sobre cómo lograron asentarse en esta ciudad que se encuentra a 30 kilómetros de Roldán, señaló: “Se necesitaba un espacio y nos cedieron la Casa del Senado de San Lorenzo, que es donde hoy funciona el Banco Solidario de Pelucas. También se han donado las maquinarias y demás, y con un trabajo conjunto entre pacientes que forman parte del grupo Peluqueros Solidarios, se empezó a trabajar en esto, el 21 de marzo del 2019 se pudo inaugurar y a partir de ese momento el Banco de Pelucas está funcionando en la Casa del Senado de San Lorenzo”.

Lanciotti hizo una mención especial para un importante colaborador que fue víctima del coronavirus: “Teníamos dos coordinadores, una por Valientes por la Vida Stella Maris Sánchez, y otro por parte de los peluqueros voluntarios, que era Fernando Bernuzzi que falleció en la pandemia por Covid, que fue una pérdida muy grande. Si bien nunca dejamos de trabajar, tuvimos que reorganizarnos. Lo que él hubiese querido y también todas las pacientes que trabajaron en el Banco y hoy no están, es que siguiéramos trabajando. Tenemos una nueva coordinadora que es Flavia Silva y se sigue trabajando de la misma manera para seguir ayudando”.

Con respecto a las otras sedes que poseen, dijo: “El Banco de Pelucas es como el hijo del grupo Valientes por la Vida que nació en Rosario, se extendió a San Lorenzo y hay sedes también en Villa Constitución y en Carlos Pellegrini. Dentro del grupo hay personas de todo el Cordón Industrial que transitaron o están transitando algún tipo de cáncer, y la idea es llegar a la mayor cantidad de personas que necesiten de pelucas o alguna contención”.

El momento de donar: historias que emocionan

En lo que respecta a lo que les reflejan quienes van a realizar donaciones o asisten a cortarse el cabello, mencionó: “Cuando llega gente para la donación de pelo, nosotros tenemos peluqueros solidarios que cortan el cabello de manera gratuita, también el que quiere cortarse con su peluquero lo puede hacer y traerlo ya cortado. Entre lo más emocionante están los casos de las personas que ya han tenido cáncer y desde el lado de adentro se ponen en el lugar de aquellos que hoy lo están necesitando. Y también es muy emocionante ver a los niños, porque la gran mayoría de las personas que donan cabello son los niños, que transmiten algo tan sincero y noble con la causa, que es digno de destacar”.

“Lo que más me impactó de las donaciones fue un muchacho que llevó a donar el cabello de su pareja que había fallecido de cáncer y que ella antes de fallecer quiso donar el cabello. Creo que cada persona que dona pelo lo hace con una convicción, algún motivo que es todo loable. Es un acto de amor sincero, que valoramos”, relató Lanciotti acerca de una historia de profundo dolor, entre las tantas que les tocó vivir.

Asimismo, describió qué sucede cuando las pacientes ingresan al Banco y qué pasa cuándo se van: “Cuando las personas llegan al Banco a solicitar una peluca, primero están tristes o como perdidas. Pero allá ven a personas que están pasando por lo mismo, que dejan el dolor propio de lado para ayudar a otros, y entonces más allá de la peluca está la contención que brinda el Banco. Hay otros bancos que hacen envíos de peluca y nosotros elegimos hacer un trabajo presencial para poder acompañar al paciente, para que se pueda medir la peluca, si todavía no se animó a cortarse el pelo, las chicas se lo cortan, le enseñan a cómo ponerse la peluca, cómo cuidarla, lavarla, cómo maquillarse, a ponerse un gorro o turbante. Es como un mismo idioma dentro del Banco de Pelucas, se van agradecidas y llenas, viendo a personas que están para ayudarlas, y ya pasaron por lo mismo”.

“La caída del pelo es lo primero que evidencia la enfermedad ante el otro, entonces tratamos de remarcar que para nosotros no es lo de menos, porque las chicas que están dentro del Banco lo han pasado y estamos para ayudar desde ese lado y todos los lugares que da la contención. Estamos trabajando con profesionales del Observatorio de Salud Mental y Adicciones de la UNR, con la psico-oncóloga Mariana Fabiana Correa a la cabeza. Ellos trabajan en la atención integral del paciente con cáncer de manera gratuita y se está trabajando para abrir una sede del Banco de Pelucas dentro de la UNR, para poder seguir ayudando y que las pacientes de Rosario no tengan que irse hasta San Lorenzo”, agregó la integrante de Valientes por la Vida.

Sobre los objetivos que se trazan como organización, destacó: “Lo fundamental es seguir aportando a la causa, todos los días hay nuevas mujeres y hombres que son diagnosticados y el objetivo nuestro es seguir ayudando y seguir sumando gente que pueda colaborar de una manera sincera y aportando cada cual desde su lugar. Queremos seguir llegando más lejos, para que nadie más tenga que estar solo en el tránsito de la enfermedad”.

“Trabajamos los lunes solamente con turnos, porque es el día que nos prestan el espacio. La idea es seguir organizando cosas para poder juntar no solo cabello sino los materiales que se necesitan para la confección de pelucas. Necesitamos de la colaboración de la gente para comprar los materiales”, finalizó Lanciotti.

En Facebook e Instagram se puede encontrar tanto a Valientes por la Vida como al Banco Solidario de Pelucas Oncológicas.

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