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Amistad ovalada: las rugbiers roldanenses que hacen carrera y volverán a compartir equipo

Marianela Tudino fue campeona recientemente en Old Resian de Rosario, el equipo al que se unirá pronto Abigail Sánchez. Ambas comenzaron jugando al rugby en el CCUP el pasado año y defienden sus valores y el compañerismo.

Tanto Marianela Tudino como Abigail Sánchez, amigas y compañeras, nunca pensaron que jugarían al rugby y que comenzarían su carrera deportiva en esa disciplina. Era un juego al que miraban de reojo, pero al que no dudaron en sumarse cuando fueron invitadas. En un principio la ovalada las unió en el CCUP y pronto lo hará en Old Resian de Rosario, el equipo en el que Marian fue campeona recientemente y al que Abigail se sumará a partir de julio. Una historia de crecimiento mutuo dentro de la que siguen aprendiendo día a día.Ambas compartieron escuadra en el Centro Cosmopolita y jugaron juntas desde marzo a agosto de 2022. Sin embargo, la estructura rugbística del club, que integraba al plantel femenino con el masculino y sus respectivas divisiones formativas, se disolvió. Fue así que muchas jugadoras quedaron a la deriva, hasta recibir la invitación de incorporarse a otros equipos. Sánchez lo hizo en Carcarañá y jugó allí hasta hace poco tiempo, mientras que Tudino se unió a comienzos de año al club rosarino donde fue campeona.“Mi experiencia en el rugby es reciente. Soy profe de educación física y empecé como preparadora de las chicas en el CCUP. Como eran pocas, el DT de ese momento me propuso comenzar a jugar y así lo hice”, contó Marianela a El Roldanense. De 25 años, sabía los lineamientos básicos del juego por sus estudios, pero reconoce actualmente que se trataba de un gran desafío. Así como hoy compite en rugby, creció jugando distintos deportes e hizo tenis, hockey y, “durante mucho tiempo”, fútbol femenino.Por su parte, Abigail relató que conocía el rugby desde hace 13 años porque su pareja siempre lo practicó, aunque por entonces tenía la idea de que era un deporte “bastante intenso y bruto”. Cuando él se sumó al cuerpo técnico del Centro Cosmopolita y la invitó a sumarse, tuvo vacilaciones en un inicio, aunque pronto despejó sus preconceptos. Los pateó allá a lo lejos. “Fui a una práctica y me encantó, nada que ver a lo que yo pensaba. Ahora soy yo la fanática y la que hincha con la ovalada”, describió.Para Marian, uno de los principales logros dentro de su incipiente carrera es haber podido demostrar que “las mujeres también podemos jugar, ser buenas y alcanzar un nivel” en el rugby. “La gente que me conoce por ahí me pregunta ‘¿jugas al rugby? ¿En serio ese deporte de hombre te gusta?’ En la sociedad está instaurado que el rugby o el fútbol son deportes violentos y no es así”, señaló. “Este deporte tiene muchos valores que, si son aplicados a la vida misma, te dan mucha disciplina y compañerismo. Mucha gente tiene un concepto erróneo”, argumentó.“Nada se compara con el rugby. La gente, el compañerismo y la camaradería que hay es algo hermoso de experimentar”, opina Abigail en la misma sintonía. Si su amiga Marian había hecho otros deportes en el pasado, ella no se quedó atrás. Jugó al básquet, al vóley, hizo gimnasia deportiva y, durante sus primeros días en el CCUP, aprendió las técnicas principales del rugby. Luego, se sumó al club de Carcarañá, donde jugó varios partidos. “Me recibieron de la mejor manera y conocí mujeres guerreras, que van para adelante no importa quién esté enfrente”, dijo.Ambas coinciden en que el deporte femenino ha crecido sobremanera en el último tiempo. Sobre todo, en rugby, el juego que conocen de cerca. “Luchamos día a día para que sea así y nos cuesta el doble a las mujeres, más que nada en estos deportes, avanzar y tener una carrera”, narró Marianela, así como hizo referencia a que su equipo aún no tiene contratos profesionales como los que firmaron los jugadores del masculino. “Igualmente, eso poco a poco está cambiando”, puntualizó.Abigail tiene 29 años, es madre de dos niños y asegura que muchas veces se hace difícil darle continuidad a un ritmo de entrenamiento y constancia, aunque siempre intenta subirse al tren de la oportunidad. “En el torneo pude aplicar todo lo que aprendí hasta ahora, pero aún tengo mucho que mejorar y entrenar. Es un aprendizaje constante donde hay que dejar todo hasta el último minuto”, expresó ella, quien se añadirá a la formación de Old Resian al recibir un llamado del DT, quien se enteró que muchas chicas habían quedado sin lugar en Roldán.Hace poco tiempo, Marianela levantó el trofeo de campeona en la modalidad Seven de Old Resian, donde juega de pilar (o forward) y cada día aprende más hábitos de otras posiciones. “Estuvimos preparándonos mucho física y técnicamente. Ganamos todos los partidos desde el inicio del torneo hasta el último. Jockey nos sacó el invicto convirtiéndonos dos try, sin embargo le ganamos 40-10”, señaló con entusiasmo. El título les permitió clasificar al Torneo Regional del Litoral; “empezamos en julio, así que estamos con muchas expectativas”.“Para mí es un sueño lo que estoy viviendo, pasé de todo a nada, de no saber cómo agarrar la pelota a ganar un campeonato. Es un montón. Aprendo día a día, pasito a pasito, como dice la capitana”, aseveró Tudino, quien además de jugar al rugby es profesora en un jardín de infantes y escuelas y, además trabaja en un gimnasio de Funes. “Nunca había imaginado nada de esto ni jugar al rugby. Pero lo conocí, me gustó, también sus valores, y el grupo de OR me apoya mucho”, esgrimió.A partir del mes próximo, las dos deportistas roldanenses compartirán cancha y camiseta. ”Tengo unas ganas tremendas. Mis expectativas son mejorar como jugadora, aprender y empaparme de todas las técnicas y conocimientos que tienen”, arguyó Sánchez, y prosiguió: “Las chicas de allá tienen un nivel de alto rendimiento, entrenan tanto lo físico como lo mental, y eso es lo que busco y me encanta”. Tanto Marian como Abigail veían al rugby como una posibilidad lejana o inexistente, aunque hoy es un deporte indisoluble a ellas.