Volvió a nacer: el niño que cayó a una pileta se recupera y respira sin asistencia
Este miércoles fue pasado a una terapia intermedia y pudo dormir junto a sus padres. “Se ríe, se quiere volver a casa”, expresaron familiares.
Juan Sebastián Galacho evoluciona favorablemente. El chiquito de tres años que tuvo que ser reanimado luego de haber caído a una pileta el sábado pasado en el barrio Las Tardes continúa su mejoría.
“Esta noche Juanse duerme al lado de su mamá nuevamente. Se ríe, se quiere volver a casa”, expresaron sus familiares a través de las redes sociales y agregaron: “De los aparatos que lo mantuvieron con vida, sólo queda un suerito”.
Victoria, tía de Juan Sebastián, sostuvo un diálogo con El Roldanense en el que remarcó que la evolución del niño, según los médicos, es increíble, y ya superó el riesgo de muerte. También contó que su sobrino ingresó con un cuadro muy crítico y grave, con mucha agua en los pulmones y la respuesta es hoy sumamente favorable. “Juanse demostró una fortaleza y una capacidad de recuperación que sorprendió a los propios médicos”, expresó emocionada.
Juanse permaneció internado en terapia intensiva del Sanatorio de Niños de Rosario, asistido por un respirador artificial durante las primeras 72 horas. Pero este miércoles, cuatro días después de haber ingresado al nosocomio, lo trasladaron a una terapia intermedia, en la que pudo estar acompañado por sus padres y sin necesidad de asistencia mecánica respiratoria.
El pequeño permanecerá internado en compañía de sus padres, pero su respuesta neurológica es sumamente alentadora. Juanse ríe, habla, se mueve bien y su vida ya no corre riesgo.
La evolución favorable de su estado de salud fue confirmada por la tía del niño, quien agradeció a los médicos que lo atendieron luego de ese trágico momento en el que lo encontraron flotando en una pileta: “¡Cuántas veces va a escuchar la historia de que Damián, Giselle y el Dr. con la remera de NOB lo resucitaron cuando lo sacaron del agua!”.
Damián y Giselle son amigos de la familia del pequeño, y al momento del accidente estaban compartiendo el día de descanso en una casa de fin de semana. Damián es guardavidas y Giselle es médica pediatra, entre ellos y “el Dr. con la remera de NOB” (que no conocían pero observó la situación y se acercó a colaborar) realizaron las primeras maniobras de reanimación cardiopulmonar a Juan Sebastián, marcando notablemente la diferencia en la situación que sin su intervención podría haber sido dramática. “Las maniobras de RCP fueron fundamentales para contar esto hoy, que fue una pesadilla y que hoy es una inmensa alegría”, reflexionó Victoria.
Las palabras de agradecimiento alcanzaron también a “la onda expansiva de la energía” que familiares, amigos y desconocidos generaron por medio del reiki y las cadenas de oración, además del personal médico que lo atendió durante su internación. “Gracias, gracias, gracias… Juanse volvió a nacer”, finalizó.