La Ciudad

Al gendarme lo drogaron y lo mataron a sangre fría: prisión preventiva para los involucrados

Así lo decidió la jueza Valeria Pedrana tras la audiencia imputativa llevada a cabo este martes en el Centro de Justicia Penal. Los detalles de esa noche fatídica.

Este martes desde las 14 se llevó a cabo la audiencia imputativa a la exesposa y dos amigos de la familia de Gustavo Elorrieta, el gendarme asesinado en Roldán y cuyo cuerpo fue encontrado el pasado viernes en un aljibe ubicado en la zona rural de la localidad. La jueza Valeria Pedrana decidió otorgarle prisión preventiva por el plazo de ley (dos años) a la exesposa y dos amigos de la familia del Segundo Comandante de gendarmería.

Pedrana aceptó la imputación de los fiscales para los tres mayores involucrados en el crimen: homicidio doloso triplemente calificado por el vínculo, por alevosía y por el concurso premeditado de cuatro personas en concurso ideal en calidad de coautores y consumado.

Según expusieron Spelta y Avila en la audiencia, a Elorrieta le inyectaron ketamina  para dormirlo y le pagaron cuatro mazazos en la cabeza que resultaron letales y le provocaron la muerte.

Consumado el crimen, envolvieron la cabeza con papel film, ataron el cuerpo de pies y manos, lo enrollaron con una frazada y lo arrojaron a un aljibe de zona rural, donde finalmente fue encontrado el pasado viernes tras cuatro días de búsqueda.

Premeditación y alevosía

“Pudimos acreditar que ellos habían planificado desde junio este homicidio y se reunieron en varias oportunidades. La esposa es la ideóloga y el crimen lo llevaron a cabo el primer día que él llegó a Roldán”, aportaron los fiscales tras la audiencia en diálogo con la prensa.

Los golpes en el cráneo fueron los que ocasionaron el fallecimiento. “Lo calificamos por alevosía porque entendemos que lo drogardon con una sustancia que impidió su resistencia, él medía casi dos metros y pesaba 130 kilos, era difícil atacarlo sin que se resista. Le aplicaron droga para inmovilizarlo y luego le aplicaron los golpes, el más importante es la zona superior del cráneo, con lo cual por su altura tiene que haber estado sentado”, sumaron Spelta y Avila.

Según detallaron, el descarte del cadáver fue entre las siguientes 24 y 48 horas después del homicidio. En tanto, sobre el móvil, los fiscales se vuelcan a la decisión que había tomado la víctima de dejar a su familia y formar una nueva en Buenos Aires con una nueva pareja. “Ellos toman conocimiento de esto en junio y ahí empiezan a planificar el homicidio”, aseveran.

En cuanto a Alex, el hijo de 17 años del gendarme asesinado, es materia del Juzgado de Menores. “Nosotros lo calificamos por la planificación pero no somos competentes para imputarle ningún hecho”, sostuvieron los fiscales.

 

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