Allá por mayo de 1990, Daniel Meister dejó Roldán y se instaló en Suiza, donde tenía familiares. Estudió mecánica de autos y forjó su vida en el país helvético, de donde nunca más se fue. De 51 años y considerado paciente de riesgo por algunos problemas de salud, en la última semana recibió allí la primera dosis de la vacuna Pfizer BioNTech contra el Covid-19. A fines de febrero, tendrá la segunda aplicación.

“Lo hice para que todo esto acabe lo más pronto posible, para protegerme, colaborar con los estudios y proteger también a los míos”, contó a El Roldanense. Actualmente, reside a 40 kilómetros de Zurich, una de las grandes ciudades suizas, junto a dos hijas, tres nietos y su esposa. Durante gran parte de estas tres décadas, trabajó en base a su formación, aunque últimamente cambió de rubro.

Hasta 2008, su oficio era su medio de vida. “Trabajé de mecánico, después en ventas hasta 2016”, relata Daniel, quien luego pasó un tiempo enfermo y, en el futuro, tendrá un nuevo trabajo. “El 1º de marzo empiezo un nuevo desafío en una empresa especializada en cyber security, de seguridad cibernética”, se entusiasma.

Consultado sobre cómo se vive la pandemia en el lugar donde reside, hace una comparación y expresa: “No es tan estricto como en Argentina, pero la gente acá es más responsable, respeta más las órdenes. De momento, están todos los negocios cerrados, sólo abren mercados, peluquerías, centros médicos y farmacias, y los que pueden hacen home office. Escuché que la policía controla mucho y reparte multas sin piedad. Sólo puede haber reuniones de cinco personas como máximo y de dos familias que no viven en el mismo hogar”.

Ya asentado en Suiza, Daniel realiza visitas espaciadas a Roldán. La última vez que volvió a la ciudad fue en 2017, cuando su madre celebró los 80 años. En el inicio de año, se transformó en noticia: vive del otro lado del océano y ya se aplicó la vacuna contra el virus que aqueja al mundo.