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El futbolista roldanense que surgió en Newell’s y ascendió a Primera con Gimnasia de Mendoza: “Todo el esfuerzo valió la pena”

Luciano Cingolani encontró su lugar en el equipo cuyano, donde se siente importante. Celebró el título y se refirió a por qué los chicos surgidos en la Lepra no llegan a asentarse.

Nacido en Rosario y roldanense por adopción, el futbolista Luciano Cingolani vivió más de 10 años en la ciudad. Debutó en Newell’s en tiempos de pandemia y llegó a convertir un gol, aunque pronto se mudó a Mendoza para tener más continuidad. El último fin de semana llegó el momento que tanto esperaba, al celebrar el ascenso a primera división vistiendo la camiseta del Gimnasia cuyano. Su actual equipo le dio el protagonismo que ansiaba, luego de no poder destacarse en Godoy Cruz. “Increíble, gracias por esta alegría inmensa”, posteó.

Su ingreso en la final disputada ante Deportivo Madryn fue clave. Cingolani mostró su talento a pura gambeta y Gimnasia empató agónicamente. Luego llegó el tiempo extra y todo se definió por penales, una tanda en la que el jugador local hizo su gol. “Fue un torneo dificilísimo, sin parates, y haberlo logrado siendo protagonistas todo el año fue algo increíble. Es una gran alegría vivirlo con mi familia y mi novia. Todo el esfuerzo del año valió la pena”, contó Luciano en una entrevista radial que brindó a Cadena 3 Rosario.

Pese a que su etapa en Newell’s culminó antes de lo esperado, se ilusiona con regresar para rehacer su camino. “Soy hincha del club, me duele verlo así porque es gigante y está pasando uno de los peores momentos de su historia. Sueño con volver y jugar más, ojalá algún día se dé”, describió. Y se refirió a las dificultades que tienen los chicos de inferiores para asentarse en primera: “A veces el contexto no ayuda. Hay muchos cambios de técnico. A mí me cambiaron de posición y me bajaron a reserva sin motivo, eso te afecta mucho en la cabeza”.

En tiempos sin competencia, Cingolani retorna a su casa ubicada en Roldán para descansar. Allí, en el patio de su hogar con canchita de fútbol y un extenso parque, aprovecha para pasar tiempo en familia. El Manchester United llegó a posar sus ojos en él cuando tenía 16 años y hasta fue convocado en tres ocasiones a la selección argentina sub 18, donde tuvo como compañero a Enzo Fernández. Hoy tiene 24 y, a la par de la pelota, también toca la guitarra. Luego de la incertidumbre, llegó la hora de festejar un logro que definió como “un premio a la constancia”.