El caso del auto que este lunes apareció chocado y abandonado al lado del barrio privado Los Raigales sobre el Camino de la Legua en Roldán tras ser perseguido por dos agentes de la Guardia Urbana, encierra un oscuro trasfondo que incluyó el secuestro de su titular y el posterior robo del rodado.

Un hombre de 37 años fue secuestrado por dos delincuentes armados que lo obligaron a conducir su auto, lo maniataron y lo encapucharon. Luego lo dejaron tirado en las afueras de la Rosario, y huyeron en el vehículo.

Según denunció la víctima y publicó el diario La Capital, lo atacaron cuando se encontraba en las inmediaciones de Chaparro y Mendoza, y lo abandonaron a la vera de la autopista Rosario-Córdoba, a la altura de Wilde.

El conductor circulaba en un Citroen Air Cros cuando fue atacado por los delincuentes, que lo amenazaron y luego se subieron al vehículo.

Una vez arriba del auto, los delincuentes lo obligaron a manejar hasta la colectora autopista Rosario-Córdoba y Wilde. En ese lugar le indicaron detener la marcha para luego maniatarlo con un alambre, le taparon la cabeza con un buzo y lo bajaron del vehículo, y luego huyeron en el mismo.

Tras permanecer algunos momentos a la vera de la traza la víctima fue auxiliada por un camionero, que lo trasladó hasta Pellegrini y Circunvalación.

Un par de horas más tarde, el automóvil robado apareció abandonado en Roldán tras ser perseguido por un móvil de la Guardia Urbana que patrullaba el barrio Tierra de Sueños 3.