La Casa Amsler quedó destruida tras el temporal que se desató cerca de las 17 de este domingo sobre Roldán. La centenaria construcción y sitio icónico de la ciudad ubicado en San Martín y Urquiza se derrumbó por completo tras los fuertes vientos y el granizo.

La construcción estaba muy deteriorada, de hecho el Concejo había aprobado hace algunos años su demolición. Sin embargo, la intención era preservar alguna parte del lugar que pudiera quedar en pie, algo que ya no será posible.

El lugar tuvo su época de esplendor allá por mediados del siglo pasado y hasta la década de los ‘70, aunque con el tiempo sus instalaciones entraron en decadencia y el edificio ya era irrecuperable: “Es un inmueble de difícil recuperación por su estado y antigüedad; paredes asentadas en barro, pisos y techos deteriorados”, habían dado cuenta en su momento los propietarios del lugar.

Por aquellos años funcionó como casa de ramos generales. Allí se podía comprar desde productos de vajilla hasta utensilios, desde balines para un rifle de aire comprimido hasta juguetes, desde productos de necesidades básicas hasta autos. De hecho, funcionó como cuna de muchos comerciantes que luego apostaron por un negocio propio y se asentaron en la ciudad. Ubicado en una esquina emblemática, durante largo tiempo fue el rostro de una Roldán de otro tiempo.

El año pasado, un grupo empresario de Rosario estuvo sondeando el lugar y transmitió a sus dueños las intenciones de construir allí un nuevo polo comercial, con galería de negocios. Sin embargo, luego pareció no prosperar.

El Antes y el Después: