El salón Metropolitano de Rosario recibirá el próximo jueves 22 de septiembre la nueva edición de Experiencia Endeavor, la comunidad de emprendedores de alto impacto más grande del mundo. El evento -del que El Roldanense es media partner- vuelve a realizarse de manera presencial tras dos años de modalidad virtual y reúne a personas que trabajan para cambiar el mundo a través de empresas innovadoras y el trabajo en equipo a largo plazo. Entre ellos está Esteban Wolf, titular de la firma de helados artesanales Chocorísimo.

Durante su intervención en el evento, Wolf tocará su iniciativa de quedarse a emprender y vivir en Argentina. “Me gusta hablar de lo importante de aprender aquí y honrar a nuestros abuelos, que vinieron a hacer la América con una mano atrás y otra adelante tras la guerra, sin un peso partido al medio”, contó a El Roldanense. “Cuando llegaron, vinieron al granero del mundo, donde estaba el maíz y el trigo, y hoy está la soja, el litio, el gas. Básicamente, pensaron en emprender y trabajar, no en quién era el presidente o el partido político de turno”, explicó.

Precisamente en este último punto, el empresario enfatizó que no existe un contexto adecuado para emprender. “Cuando alguien me pregunta cuál es el mejor momento para invertir, les digo que es ahora”, señala. “Nunca hay un contexto favorable. A diferencia de otros países, en Argentina vivimos constantemente en crisis. Sin embargo, el contexto para emprender es el que te toca”, argumenta, y cita los casos de empresarios como Marcos Galperín, Martín Migoya o Emiliano Kargiemann, que “emprendieron más allá de adversidades”.

“No es que en la Argentina hubo un buen momento para hacerlo en los últimos 30 o 40 años. El problema del país sigue existiendo desde siempre”, profundizó Wolf, y señaló que es allí donde emergen las marcas más exitosas. “Creo que hay una gran diferencia entre quienes dejan que las cosas pasen, y quienes hacen que las cosas pasen. Los exitosos hacen esto último, más allá de la economía y el presidente de turno”, aseguró.

Allá por 2013, dejó Progen, la distribuidora de medicamentos genéricos que había fundado 10 años antes. “Por temas de mercado, decidí vender la otra compañía. A veces, la industria te lleva a eso. Fue una oportunidad que aproveché”, describió. En ese momento se encontró con un amigo que le ofreció ser socio de una pequeña fábrica de helados. “Le planteé que iba a invertir en Chocorísimo junto a él con la condición de llevar la compañía a nivel internacional. Sólo me interesaba una empresa que exporte, que crea en este país”, relató.

“Teníamos que hacer un proceso para exportar. Obviamente, no fue fácil, tardamos cuatro años reales en exportar el primer pote de helado, pero lo logramos”, aseguró. Hoy, la empresa está en una gran cantidad de ciudades del país y también llegó a Chile y Uruguay. La idea es desembarcar pronto en Perú y llegar a Brasil a comienzos de 2023. “Sacrificamos familia, amigos y tiempo, pero da sus frutos. Cuando ves un pote de helado nuestro afuera, te da una satisfacción enorme”, narró.

Chocorísimo fabrica helado netamente artesanal, puesto en un envase que permite trasladarlo a cualquier parte. “Lo que logramos fue romper una barrera tecnológica del helado tradicional argentino en un envase de 250 gramos”, expresó Wolf. Y más allá de que el kilo no es barato, “uno de nuestros mejores recursos es la logística de distribución a cualquier lugar del país”. A futuro, no descarta que la empresa pueda llegar a los alrededores de Rosario. “A veces se trata de encontrar un operador, un distribuidor y una franquicia, pero ojalá podamos hacerlo pronto”, auguró.