A principios de diciembre y antes de que arrancara la temporada fuerte de fiestas en casas particulares, desde la Municipalidad de Roldán salieron a aclarar que no iba a haber tutía para quienes se excedieran en los decibeles permitidos en celebraciones particulares y, más aun, para aquellos que organizaran fiestas clandestinas en lugares no habilitados con ese fin.

Según señaló el secretario de Gobierno del Municipio, Luciano Jaeggi, en diálogo con El Roldanense, la Guardia Urbana recibe numerosas denuncias de vecinos en diferentes zonas de la ciudad, que se incrementan los fines de semana. De estas denuncias, la mayoría son por ruidos molestos: “Los agentes llegan hasta el domicilio, se constata con el decibelímetro el nivel de la música, y se les pide que lo bajen. En estos casos se intenta que haya un acuerdo entre vecinos, sobre todo si no se trata de reincidentes en la materia”, explicó.

Distinta es la vara para aquellos que ya infringieron la normativa en reiteradas oportunidades y de los cuales tienen identificadas al menos dos casas, una en barrio Las Tardes y otra en Cotos de la Alameda. “Fueron multados y se sigue el proceso legal. Hasta el momento no volvimos a tener problemas en esas locaciones, donde no hacían fiestas familiares sino que se trata de celebraciones mayores”, comentó el funcionario.

Vale recordar que la multa por exceder los decibeles permitidos en casas particulares va de 200 hasta 5000 litros de nafta, es decir, que puede superar el millón de pesos y que recaen sobre el propietario de la vivienda.

“Se hicieron multas y trabajamos mucho sobre reincidencias. Todos los fines de semana hay denuncias de música alta pero no son en el mismo lugar ni son fiestas clandestinas”, reforzó Jaeggi.