La Ciudad

Industriales advierten que cae la actividad y desensillan hasta que aclare

Al delicado panorama del comercio, se suma una preocupante situación de industrias locales. Frenan inversiones y observan atraso en la cadena de pagos.

El perfil productivo de la ciudad no se distancia demasiado de lo que ofrece a nivel general la provincia de Santa Fe. En los últimos años, industrias de actividades diversas optaron por traer sus plantas productivas a la ciudad, tomando mano de obra local e incluso suplicando instalaciones en algunos casos.

Sin embargo, la menor actividad económica que se advierte en el país no pasa de largo para los industriales roldanenses, quienes ven resentida la cadena de pagos, sufren la dolarización de sus insumos principales y deben afrontar una competencia feroz producto de la apertura de importaciones. Como consecuencia de eso, hay empresas que decidieron desensillar hasta que aclare y dieron marcha atrás con inversiones que tenían previstas.

Uno de esos casos es el de Gaia Climatización, firma que está instalada en el Parque Industrial. “El aumento del dólar me repercutió mal en la empresa. Teníamos cotizados trabajos con órdenes de compras cerradas y de repente el dólar salta de 20,50 a 23, con lo cual perdimos mucha plata”, comento Rodrigo Gaia, titular de la firma.

“Al estar todos los precios liberados, sin control ni intervención del Estado, la devaluación se traslada linealmente a los precios. Con lo cual uno puede facturar más pero también hay mayores costos. Hay corrida cambiaria y alta tasa de interés entonces la gente no consume, pone la plata a trabajar. A eso se le suma que hay aumento de insumos, es un cóctel explosivo”, agregó el industrial.

Gaia comentó que con producto de la política económica de apertura de importaciones debió posponer un plan importante: “Teníamos un proyecto productivo de armar equipos de calor en el Parque Industrial y lo tuve que abortar porque empezaron a entrar equipos de China que salen la mitad de lo que me costaba a mí producirlos. Tuve que abortar el proyecto por este tipo de política de apertura de importaciones y destrucción del mercado interno”.

Otro que la ve complicada es Román Guajardo, de las empresas JMG y Diplast: “Nosotros fabricamos y vendemos derivados del petróleo, con los precios del crudo a nivel internacional y el alza del dólar, los aumentos no cesan. Uno confunde, y si bien traslada los aumentos porque no nos queda otra, va a llegar un punto en el que aunque se aumente no lo va a poder comprar nadie. La baja del consumo es notoria, se ve en la calle. Por otro lado, están los costos fijos elevados y la paulatina pérdida de rentabilidad, con la consecuente baja en las inversiones. Por último, vemos también ya complicaciones en la cadena de pagos con atraso general”, graficó.

“Veo mucha incertidumbre transmitida por el propio Gobierno Nacional en sus idas y vueltas, sus manejos y sus formas de comunicación. Después de días de mucha tensión por la disparada del dólar, la venta de reservas, la suba de la tasa de interés, uno espera otra cosa. Hablar de mejorar las metas déficit a costa de reducción de obra pública y que la inflación planificada sigue siendo del 15 por ciento, es una tomada de pelo. Yo huelo a que hay mucho orquestado de antemano, devaluación para pagar el vencimiento récords en pesos de Lebacs en diez días y luego los u$s 20.000 millones al FMI, diciendo que son los grandes salvadores y es el único remedio. Veo retrocesos y mucho desanimo en la gente que pierde día a día poder adquisitivo en su sueldo”, disparó.

Agustín Calamari, de Rosario Bio Energy, dirige una empresa que se mueve en un mercado regulado como lo es el de los combustibles. Y si bien el segmento no es tan sensible a los cambios económicos, el empresario dijo que lo que sí impacta de manera directa es el dólar: “Nuestros dos principales insumos que son el aceite de soja y el metanol están dolarizados, entonces cuando ocurren estas movidas quedás descalzado un tiempo hasta que se normaliza”.

La precocupante situación que atraviesa la industria local se suma al crítico panorama que también sufre el comercio en la ciudad, el cual fue reflejado este miércoles por El Roldanense.

En ese marco, Roberto Monteroni, titular de Química Superbrill SRL, también aportó su visión: «Como industrial pyme, siempre estamos con proyectos, siempre estamos invirtiendo y estas circunstancias como las que ocurrieron los últimos días hace que uno se desmoralice porque agobia que siempre se reitere lo mismo. El 90 % de las materias primas que compramos son importadas y en dólares al tipo de cambio que corresponda. Si trasladamos este aumento altísimo en los últimos días a nuestra lista de precios, indudablemente nos va a caer muchísimo más la venta», destacó.

«Entre 2016 y 2017 invertimos mucho en nuestra nueva fábrica en el parque industrial, en equipos, en camiones, tomamos gente, nos armamos hasta los dientes para prepararnos a una nueva etapa donde podíamos trabajar muy bien como decía el gobierno. Ya pasé varias de estas crisis, pero la verdad que agobia. Vamos a seguir peleando, buscándole la vuelta y tratando de conservar todas las fuentes de trabajo», avisó.

Por último, uno de los dueños de la fábrica de equipos de medicina estética Texel, Sebastian Gibbons, afirmó que los movimientos económicos de los últimos días les impacta de lleno: «Toda la materia prima en dólares y el producto lo vendemos en pesos, no lo podemos dolarizar porque el mercado no lo permite y el poder adquisitivo de la gente no está a la par del dólar. A nosotros realmente nos bajan las ganancias y la recuperación quizás la podamos ver en el transcurso de los meses hasta que la economía se acomoda».