Los jardines privados, junto con los otros niveles del sistema educativo, fueron los primeros en cesar sus actividades producto del aislamiento obligatorio, social y preventivo. Desde esa fecha, los areneros y las salas de juegos se quedaron vacías. Ahora, la apuesta es retomar esos espacios y volver a recuperar un sector que está quebrado.

La lucha de docentes y directivos de los establecimientos educativos de la primera infancia no se detiene hasta que regresen a la actividad y entienden que, de habilitase las colonias, ellos también podrían volver a la actividad bajo un estricto protocolo. Desde los jardines privados de la localidad entienden que es necesario que se tomen medidas para el ocio y entretenimiento así como socialización para los niños menores de 12 años, desde la primera infancia.

Los jardines maternales, remarcan que el alcohol en gel, alcohol 70/30, y todo lo que implica la desinfección constante es algo que ya utilizan desde hace años y que están dispuestos a trabajar con protocolos y menor cantidad de niños, “pero es absolutamente necesario que estos espacios vuelvan a reabrirse, porque los niños  están sufriendo consecuencias graves que en caso de no ser tomadas en cuenta pueden volverse aún peores”, remarcan.

En la carta presentada hace un mes atrás ante el Concejo, firmada por los cinco jardines, sostenían: “Reconocemos que las condiciones reales, sanitarias, que impone la pandemia son necesarias para el cuidado de todos, pero también, es real que se nos cerraron nuestras fuentes de trabajo, y las deudas se acumularon, tratando cada uno de paliar la situación, apelando al ingenio, la creatividad, y la fuerza de trabajo, pero no es suficiente”, por tal motivo entienden de que si en Rosario regresa la actividad de los jardines en 15 días, Roldán debería continuar el mismo camino y retomar la actividad bajo un protocolo estricto.