Por: Mariela Gentile (*)
Llegados los primero calores, comienza a circular la recomendación sobre que “Hay que tomar mucha agua y comer más liviano”. ¿Es esto lo único que hay que cuidar en verano?.

Si bien es sumamente importante reforzar el consumo de agua a medida sube la temperatura, no debemos descuidar que junto con el agua, al sudar, se pierden sales minerales como el sodio, el potasio, cloro y el magnesio. Por lo que la hidratación con agua debe acompañarse con frutas y verduras que aporten estas sales (como lo son el tomate, banana, cítricos), como así también pueden ser útiles bebidas isotónicas diseñadas para tal.Considerar también que las bebidas alcohólicas (aún las de baja graduación), las gaseosas, y bebidas con cafeína por el contrario, generan deshidratación.

El mate, o infusiones similares, tienen funciones diuréticas (buenas para eliminar toxinas y aumentar la funcione renal), por lo que no podemos considerarlas como reemplazos del agua.
Es importante saber que la sed, es una sensación que aparece cuando ya hay cierta deshidratación, por lo que no hay que esperar a sentir sed para hidratarse, sino que hay que hacerlo de manera anticipada y regular a lo largo de todo el día.

La ingesta de líquidos y sales debe ser la adecuada para cada persona (ya que hay variaciones según edad, peso, condiciones ambientales de vida y trabajo, actividad física, entre otras, que afectan la cantidad indicada). En general se recomienda un consumo de 1,5 a 3 litros diarios, pero también hay que evitar la sobre hidratación (“intoxicación por agua”) que genera un desequilibrio en las sales antes mencionadas, tan riesgosa como la deshidratación.

Respecto a la expresión “comer más liviano”, es importante considerar beneficioso aumentar el consumo de alimentos acuosos como frutas crudas (sandía, melón, naranjas) y verduras frescas (lechugas, pepinos, tomates), para acompañar carnes magras, cereales enteros y legumbres.

Los grupos más vulnerables a la deshidratación son los niños/as, mujeres embarazadas o en período de lactancia, y adultos mayores, quiénes deberán cuidarse aun más.