A través de un trabajo mancomunado entre las diferentes secretarías, la Municipalidad puso en marcha el programa Objetivo Dengue. En ese marco, esta semana comenzó la primera de las cuatro etapas en la campaña de descacharrado que se hará a lo largo y ancho de la ciudad. Se trata de la acción más importante en la prevención de la enfermedad, el concepto principal al que apunta el operativo. Brenda Zaldivar, subsecretaria de Medio Ambiente, charló con El Roldanense y brindó detalles de estos trabajos, así como solicitó la colaboración de los vecinos.

“Dividimos la ciudad en cuatro zonas. La idea es eliminar los criaderos de mosquitos y se trabaja de la siguiente manera. Lo primero es inspeccionar las viviendas, tanto los espacios peridomiciliarios -es decir la galería y el patio- y también el interior”, describió la funcionaria en primer lugar. “¿Por qué? Allí donde tengamos una mínima carga de agua, la mosquita Aedes Aegypti puede poner los huevos. Entonces, debemos eliminar cualquier objeto que esté acumulando agua”, dijo, y agregó que es un momento perfecto para descacharrar por las lluvias recientes.

Durante el proceso, los vecinos podrán categorizar los objetos de su hogar en dos partes. “Por un lado los inservibles, a los que debemos desechar embolsados y dejar en el frente de las casas”, precisó. Durante la semana que corresponde a cada barrio, la Municipalidad juntará esos descartes junto con los residuos verdes. También hará una inspección final para corroborar que el barrio quede completamente limpio. “Por otro lado, debemos neutralizar todo lo que no decidamos desechar. Si un recipiente junta agua, debemos darlo vuelta o taparlo”.

En paralelo, Zaldivar destacó que, si bien se espera una primavera seca, también entramos en un período de más lluvias y temperaturas cálidas. “Eso activa todos los huevos que puedan estar presentes incluso desde temporadas anteriores, dado que pueden vivir hasta nueve meses y soportan temperaturas bajo cero”, describió. “Cuanta más prevención hagamos, menos se va a colapsar el sistema de salud y mejor atención se le va a poder a dar a los enfermos. Todos queremos que Roldán atraviese este momento, que nos va a llegar, de la mejor forma posible”, aseguró.

“El vector ya está entre nosotros. Las ovitrampas que están puestas en la región han dado positivo en varias localidades y es cuestión de tiempo que suceda lo mismo en Roldán”, especificó la funcionaria. En simultáneo explicó que eso no significa que haya casos positivos de dengue, sino que se empieza a notar la actividad del Aedes Aegypti. “En Roldán está instalado, dado que hemos tenido brotes anteriormente, y eso quiere decir que las colonias ya están. Lo que queremos es que haya la menor cantidad de mosquitos posible circulando”, sumó.

A la vez, la subsecretaria se refirió a los trabajos de fumigación y la diferenció del descacharrado. “Es importante, pero no lo suficientemente efectiva porque se da en el espacio público y, en general, a este mosquito no lo encontramos ahí”, argumentó. “A veces está el adulto macho en la vía pública, pero la que nos pica es la hembra, que generalmente descansa, se alimenta picando a una persona, pone huevitos y vuelve a descansar. Lo hace en lugares resguardados, cerca de las personas, y necesita ese recipiente con agua”, puntualizó.

“Cuando hacemos la fumigación especial, en el momento que la gente ve la camioneta que tira humo, no estamos siendo tan efectivos en el control de la mosquita”, manifestó Brenda, y esgrimió que llegan a ella cuando se hace un bloqueo, con otro protocolo. “En el mientras tanto, la mayor acción que podemos tomar es evitar que se originen posibles criaderos de mosquitos. La espacial va a actuar sobre un porcentaje muy bajo de adultos y, por lo general, nunca ataca a la hembra sino a los machos u otro tipo de especies”, expresó.

En este contexto, Zaldivar aprovechó la oportunidad para solicitar la colaboración ciudadana. “Es fundamental que la mayor cantidad de vecinos aprovechen la oportunidad de sumarse. Les pedimos que no subestimen ningún tipo de acumulación, ya que a la mosquita le gusta estar cerca de las personas y tener paredes en contacto con agua para poner sus huevitos”, señaló. Y justificó: “Este es un desafío para toda la comunidad y no hay ningún actor que lo pueda resolver por sí solo. Necesitamos unirnos en esta lucha contra el dengue”.