En marzo de 2017 el Ejecutivo presentó en el Concejo un proyecto de ordenanza para prohibir la comercialización de pirotecnia en territorio local en medio de un debate que ya empezaba a cobrar fuerza. Este año, volvió a la carga con el objetivo de que no perdiera estado parlamentario. Se hicieron mesas de diálogo convocando a las partes interesadas, se trató en Comisiones, pero el proyecto de fondo seguirá estando en el debe del legislativo local.

Es que este jueves se llevó a cabo la última sesión extraordinaria del calendario 2018 y el tema no figuró en el Orden del Día.

En su lugar, lo que sí salió fue una declaración en la que los ediles ponen el eje en la concientización del uso de pirotecnia e invitan a los vecinos a reflexionar sobre el perjuicio que genera en animales y niños con autismo. Justamente la presencia de integrantes de la agrupación Padres Autismo fue fundamental para que saliera esa declaración y la promesa de los concejales de volver a tratar el tema más profundamente el año que viene.

Es que hasta el momento de la sesión, estaba prácticamente acordado entre todos los bloques la firma de un decreto exigiendo al Ejecutivo que haga cumplir la ordenanza de ruidos molestos que rige en el territorio municipal y que prevé multas para aquellos ciudadanos que excedan los decibeles permitidos tanto con música, caños de escape, como con otros elementos entre los que entrarían los petardos y sus derivados.

En el medio quedan por definir aun muchas cuestiones relacionadas al tema: la prohibición o no de la venta de pirotecnia, el uso de cohetes por parte de los ciudadanos e incluso la fabricación de dichos elementos en suelo roldanense. Se trata de un debate mucho más profundo que deberá seguir su curso en el período 2019.