La Ciudad

El vecino de la semana: encontró una mochila con valioso contenido y la devolvió

Se llama Ramón Molina y es un ciudadano de pura cepa. Con su acción salvó la carrera de un fotógrafo rosarino que había estado en Roldán por trabajo.

Ramón Molina tiene 66 años y a bordo de su bicicleta se dirigía el sábado pasado al cumpleaños de una nieta. Pero al pasar por Bv. Pellegrini frente al Centro Cosmopolita Unión y Progreso (CCUP) divisó un bulto en plena calle que le hizo detener su marcha. Se bajó, lo agarró y llevó adentro del club, sin saber que su acción sería la salvación para otra persona.

Adentro de la mochila que vio Ramón en su paso había elementos valuados en $30 mil que pertenecían a Nicolás, un fotógrafo oriundo de Rosario que había venido a la ciudad a un evento, y que en un descuido había dejado caer en la calle antes de subirse a su auto.

Nicolás notó la falta de la mochila al cabo de un rato y decidió volverse a Roldán casi sin esperanzas de poder encontrarla. Sin embargo, grande fue su sorpresa cuando ingresó al CCUP y allí estaban todos sus materiales de trabajo, intactos.

“Aún puedo decir desde esta mala pero reconfortable experiencia que hay todavía personas como esta, que eligió hacer lo que creyó que era correcto y a quien le agradezco enormemente ya que devolvió mi alma a mi cuerpo. Me encantaría saber de quién se trata y poder agradecerle”, dijo el fotógrafo diálogo con El Roldanense con la esperanza de que el portal de la ciudad lo reencuentre con el buen samaritano.

Después de publicar la historia, los familiares de Ramón se contactaron con este medio contando que él había sido el responsable del gran gesto y a quien describieron como “un hombre trabajador y, ante todo, humilde”.

“Estaba en medio de la calle. Pensé que era algún chico que había ido a practicar deportes y por eso la dejé en el club, pero ahí tampoco nadie sabía nada”, relató el hombre al tiempo que aseguró que nunca le llamó la atención ver qué había adentro.

“Me he cansado de devolver de todo. Las cosas se ganan trabajando”, aseveró el hombre. Ramón tiene 66 años y hace 61 que vive en Roldán. Trabaja en la construcción por cuenta propia desde 1992 pero antes también estaba en el mismo rubro. “Tengo ¡nueve hijos y jamás los mandé a un comedor porque siempre creí que había gente que le haría más falta”, cerró dando pruebas de su don de gente.