Emprendedores

Soñó con tener un bar, se especializó, y abrió la casita de té que había imaginado

Erica cortó las cintas de Tentaciones, ubicado en Tierra de Sueños 3, hace poco menos de un mes. Ofrece desayunos y meriendas tradicionales, pero también un menú dulce muy variado.

Un día común también puede ser un punto de inflexión. Erica había dejado la carrera que estudiaba cuando le faltaban algunos finales por dar y el tiempo pasó, hasta que reapareció aquello que estaba oculto dentro suyo. En un año hizo cinco cursos diferentes sobre pastelería, panadería, decoración de tortas y mesas dulces, y volvió a la idea original que siempre la había cautivado, abrir un bar al estilo casita de té. Así, hace poco menos de un mes cortó las cintas de Tentaciones, sobre calle Alicia Moreau de Justo al 1082, en Tierra de Sueños 3.

“Cuando llegué a vivir a Roldán, di con este local. Me gustó y me tiré a la pileta, sin premeditarlo mucho”, contó a El Roldanense ella, que hace relativamente poco que se mudó a la ciudad. Luego de formarse con capacitaciones y seminarios, le dio su propia impronta al local, en el que se puede desayunar y merendar de forma tradicional o con diferentes variantes. “Casi todo lo que se ofrece es casero, el 90% de los productos son elaborados por mí o las chicas que están conmigo, bajo mi supervisión”, describió.

En Tentaciones se puede consumir tartas, tortas, galletitas, masas secas y budines, aunque también hay otros comestibles envasados. “Tenemos gaseosas, aguas, cervezas, e incluso productos para celíacos, como alfajores o barritas de cereal. Vamos a incorporar frapuccinos y, ahora que se vino el calorcito, se puede consumir licuados, batidos y exprimidos”, señaló Erica, al tiempo que aseguró que la pastelería es su punto fuerte entre la variedad que ofrece.

El bar está ubicado en una posición estratégica, “un punto clave” según explicó la dueña. “Es una linda zona. Lo más cercano, para ambos lados, está lejos; es decir, está en un punto intermedio”, manifestó, y agregó que eso representa una gran ventaja: “Esta es una avenida muy transitada, por la que uno anda tanto cuando llega como cuando se va del barrio”.

Tiempo atrás, Erica contaba con una única certeza, la de que siempre le gustó la cocina. “Un día, se me dio por comenzar a hacer algo, y yo hago todo junto o no hago nada”, expresó entre risas. Logró darle vida a su proyecto, que abre sus puertas todos los días de 7 a 13 y de 17 a 20 horas, y acepta diferentes medios de pago como Billetera Santa Fe (todos los días) o transferencia. Además, en el lugar se puede para llevar a casa. Erica lo pensó, luego se formó y, finalmente, abrió la casita de té que había imaginado.