¿Vandalismo o Casa marcada?
Análisis sobre el acto de vandalismo que sufrió la Casa Compañera de Unidad Ciudadana en Roldán.
Por: Adrián Márquez (*)
Nuestra casa, nuestra unidad básica, ha sido objeto de un acto que podríamos caratularlo como vandálico, aunque también está teñido con cierta sensación que va desde la ignorancia hasta lo inadaptado. Obviamente, luego vienen los oportunistas de siempre que lo asocian a la inseguridad, que no la niego, pero estas acciones suelen aparecer delante de un telón que esconde otras que son realmente preocupantes, y es desde ahí donde las miro y analizo, es decir, más lejos que mi propia nariz.
En esa casa se milita la igualdad de derechos y de oportunidades, militamos en contra de la violencia de género, militamos la asistencia permanente a la vulnerabilidad, militamos la escucha del ciudadano y de la ciudadana roldanense, militamos la inclusión de los excluidos, elevamos permanentemente acciones al concejo municipal para generar calidad de vida de todos y de todas los que habitamos ésta hermosa ciudad y siempre en el marco de una verdadera justicia social.
Es evidente entonces, que quién/quienes llevaron a cabo tal actitud de desprecio a todo lo expresado requiere de su atención, no por el hecho en sí mismo, sino por su propia falta de moral, que está en crisis y que lo único que encuentra para expresarla es la violencia convirtiéndose en un sujeto inadaptado socialmente y con fuertes problemas de resentimientos, seguramente, producto de derechos que le fueron vulnerados o de falsas convicciones impuestas, vaya saber desde qué lugar.
Nuestro sentir, como militantes de esa casa se supera simplemente con una nueva cenefa (ornamentación que se coloca en los bordes) ya que la acción cometida solo nos provoca mayor fortaleza a seguir con nuestras convicciones. En cambio, poder reparar la moral y las actitudes de un sujeto inadaptado, puede llevar largo tiempo, educación y adaptación social.
Pero es justamente el espacio que milito el que intenta todos los días dar respuestas a la igualdad y a la inclusión, así que veo este caso como una oportunidad válida para entonces convocar al/los sujeto/s que llevaron a cabo tan despreciable acción a que puedan reparar el daño generado y es ahí donde seguramente estaré presente para lograrlo juntos. Obviamente, no soy de los que ponen la otra mejilla, pero sí soy de los que en la vida, salvo muy pocas excepciones, alguien me dio al menos una sola oportunidad y qué se siente.
Esta convocatoria solo persigue, en principio, demostrar el coraje de reconocer el error y de repararlo; de lo montrario, la mala acción será registrada, una vez más, como un simple acto de cobardía. Es más, puede ser un momento interesante para que el/los sujeto/s hasta ahora inadaptados, puedan tener la oportunidad de ver cómo se actúa en términos de igualdad, cómo se puede sacar una sonrisa en un niño vulnerado, cómo se puede dar esperanza a la mujer en situación de violencia, cómo se logran derechos dónde hay necesidades, cómo se puede vivir mejor en y para la sociedad… cómo se hace mejor ciudadano y ciudadana.
(*) Militante de la Corriente Roldán – Unidad Ciudadana