La Ciudad

Amsler: “El código urbanístico evitará abusos que terminan perjudicando al vecino”

El edil de Juntos por el Cambio dejó sentada su posición sobre el debate por la aprobación de la ordenanza que generó fuerte debate en el Concejo.

El nuevo código urbanístico de la ciudad viene recalentando el debate en las últimas sesiones del Concejo. En ese marco, el Concejal de Juntos por el Cambio, Roberto Amsler, salió a bancar la sanción de la normativa y fue contundente: “Esta es una norma que viene estudiándose hace mucho tiempo, y que claramente era un vacío que no podía permitirse. El código urbanístico permite que haya reglas de juego claras para todos los actores, y que no haya lugar a arbitrariedades”.

“En nuestro caso, hemos estudiado en profundidad el proyecto y creemos que responde a las exigencias que el crecimiento de la ciudad viene planteando. En términos generales, viene a ordenar un aspecto esencial de la vida de la ciudad que no tenía parámetros”, opinó.

Así, desde el espacio hicieron observaciones al proyecto enviado por el Ejecutivo:

1) que quede claro que no se podrán prevender lotes sin las debidas garantías de infraestructura y servicios;

2) que la franja de protección fitosanitaria de cien metros esté a cargo del desarrollador, evitando un nuevo perjuicio a quienes emplean sus tierras para producir

3) que el Concejo Deliberante se reserve al visto bueno final de los emprendimientos que vayan a realizarse en el futuro.

Los argumentos

“No queremos que ocurra más que se diseñen, planifiquen y concreten barrios en los que luego los vecinos sufran la falta de infraestructuras básicas y se planteen controversias que duran años en resolverse. Cuando se planifique una
urbanización, su comercialización deberá hacerse una vez garantizadas las condiciones fundamentales. Sino, volveremos a repetir errores del pasado, y esto no lo aceptamos”, señaló Amsler.

“Lo mismo ocurre con la franja de protección ambiental. El desarrollador debe saber que cuando planifica una obra de magnitud, hay condiciones que deben respetarse y que esas condiciones no deben por qué ser afrontadas por el productor que ya está trabajando. Esta tiene que ser una regla justa, que quede clara para todos los actores”, agregó.

“Y del mismo modo con los mecanismos de control. El código va a servir para evitar decisiones arbitrarias o sujetas a intereses no regulados. Pero también pensamos que los emprendimientos deben tener el visto bueno final de parte del Concejo, que es donde están representadas todas las expresiones políticas, y donde pueden observarse puntos de manera plural”.

“No hacer política menor con temas delicados”

“En nuestro caso hemos consultado con profesionales técnicos que hicieron sus observaciones puntuales, pero nuestro interés es terminar con los vacíos que dejaban las ordenanzas de 2015 y de 2010, que dejaban al libre arbitrio aspectos que definían las condiciones de vida de los vecinos, por un lado, y el desarrollo urbanístico general de la ciudad, por el otro”, opinó Amsler.

No compartimos la idea de oponernos porque sí. Esto es un error. Lo que creemos es que, sabiendo que es un plan urbanístico consistente, deben quedar en claro las cosas fundamentales y dar lugar, luego, a su revisión periódica, que será acorde a los cambios y a las propuestas que se vayan presentando en la ciudad”, manifestó.

“Oponerse por oponerse es cerrar la discusión, ignorar los aportes que hacen otras fuerzas, y terminar haciendo política con un instrumento que es delicado, que requiere estudio y que debemos respetar. Nuestro espacio reivindica el diálogo y la búsqueda de posiciones razonables, donde puedan realizarse los aportes que cada uno considera, y corregir lo que nos parecen falencias. No vamos a hacer política menor con algo tan importante”, finalizó.