La Región

Comunicación digital: los 8 errores más comunes de los políticos

De la mano del Senador Armando Traferri, se presentó en San Lorenzo un libro sobre los nuevos paradigmas y tecnologías comunicacionales y su impacto en la dirigencia política argentina.

Con el objetivo de formar y capacitar a los dirigentes del Departamento San Lorenzo en temáticas relacionadas a la comunicación, se realizó en la Casa del Senado, por iniciativa del Senador Armando “Pipi” Traferri, la Institución alemana Konrad Adenauer Stiftung y la Asociación Civil de Estudios Populares (ACEP), la presentación del libro “Acciones para una Buena Comunicación en Gobiernos Locales”, co-escrito por Rolando Muzzín y Santiago Rossi.

Orientado, en forma de manual, a dirigentes políticos y sus equipos de comunicación, la publicación reúne la mirada de 16 autores, profesionales en Marketing Político y hace foco en los nuevos paradigmas y tecnologías que vinieron a cambiar la forma de comunicar y relacionarse con el público, especialmente a partir de las redes sociales y cómo los candidatos y/o dirigentes políticos necesitan estar a la orden del día para no quedar fuera de la carrera.

Ante un colmado auditorio, el Licenciado en Administración Público y Magíster en Comunicación Política e Institucional y co-autor de la obra, Rolando Muzzin, puso el acento sobre los ocho errores comunicacionales que los Gobiernos locales deben evitar para hacer más eficientes sus acciones. En primer lugar, Muzzin remarcó como una de las fallas más comunes y preocupantes de muchos dirigentes, la ausencia de profesionales de la comunicación dentro de su equipo y el uso excesivo del “personalismo político”, práctica que según considera el autor es “no hace más que exaltar la figura por sobre las Instituciones de Gobierno”.

Otros errores a tener en cuenta están relacionados a la correcta lectura de la inmediatez y coyuntura. Al respecto, el autor se refirió a la necesidad, después de unas elecciones victoriosas, de re-pensar, analizar y estructurar al equipo de comunicación al momento de definir la estrategia, “estableciendo objetivos generales y específicos, conceptos generales a transmitir, posicionamiento deseado y definir un plan operativo que guíe las acciones”.

También alertó sobre el solapamiento entre Comunicación de Campaña y Comunicación de Gobierno, señalando que las diferencias entre comunicar en campaña y comunicar como ejecutivo “es la misma diferencia que hay entre una carrera de 100 metros y una maratón de 40 kilómetros”. Para esto, expresó Muzzin, es indispensable cambiar la lógica comunicacional, ya que, “este error es uno de los más frecuentes y suele traer complicaciones muy serias si no se modifica la dinámica”.

Si bien, actualmente, la propaganda adquirió un peso y profesionalismo en el ámbito político, el escritor pidió mesura y no abusar de la Propaganda Política, ya que los problemas comienzas cuando “se utiliza este recurso en exceso y pasa de ser una herramienta valiosa y útil a una práctica saturadora”.

En relación a las tensiones en el Manejo de la Complejidad Digital, Muzzin sostuvo que, con los nuevos patrones de conducta digital que experimentan los ciudadanos promedios, resulta “inimaginable (e imperdonable) que en la actualidad un gobierno se quede afuera del complejo ecosistema digital y no desarrolle estrategias en esos medios para poder comunicarse con sus audiencias”.

El autor de la publicación se refirió también al diseño de protocolos preventivos ante potenciales crisis y recalcó que la dirigencia no suele estar preparada en estos casos. “En condiciones de normalidad, una parte significativa de la práctica comunicacional se concentra en hacer que los mensajes circulen con la mayor escala posible. En una crisis, la lógica se modifica ya que la misma garantiza la circulación de los mensajes. Un protocolo técnico de crisis es tener respuestas, en un formato general que construya relatos aptos para este tipo de escenarios”, apuntó.

Por último, Muzzin expuso sobre la falta de Planificación de la Comunicación, factor que tildó de un “mal endémico” y que por el contrario, la planificación en el área de comunicación es de vital importancia y debe ser incluida en la dinámica del trabajo. Expresó también que una planificación realista debe incluir, al menos, una exposición de objetivos y mensajes, una prevención de efectos deseados, una determinación del público/s objetivos, calendario realista de tareas, definición de los responsables de llevarlas a cabo y supervisarlas, presupuestos contemplados y los mecanismos para evaluar los resultados que se obtengan y las expectativas acerca del uso que se dará a los resultados de la evaluación”.