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Cuelga los botines: Franco Casañas se despide del fútbol tras 21 años como un ídolo

Lo hará este domingo con la camiseta de Trebolense, el club donde marcó una era en el fútbol provincial. El delantero roldanense, que supo jugar en primera división, hace un recorrido por su carrera.

Son pocas las personas que logran erigirse en ídolos en una ciudad que no es la propia. Franco Casañas, el futbolista roldanense, es una de ellas. A fuerza de un gran número de goles, muchos de ellos fundamentales, y diferentes títulos, se transformó en una leyenda en Trebolense, el club de la ciudad de El Trébol, donde vive hace 16 años. Y con esa camiseta pondrá punto final a su carrera este domingo, en la visita a Juventud Guadalupe, a 21 años de su debut profesional.

“Quería jugar estos seis meses y retirarme en este club. Ahora, a disfrutar de la familia, del tiempo perdido todos los fines de semana que estaba abocado al fútbol”, dijo Casañas a El Roldanense, y aseguró que tenía tomada la decisión de colgar los botines hace tiempo. “Uno no se da cuenta, pero con el fútbol se pierden muchas cosas. Voy a empezar a disfrutar un poco más de la vida desde otro lugar”, explicó. A fines de 2020, había dejado Trebolense luego de una década ininterrumpida, aunque regresó para un adiós que será por todo lo alto.

Con la casaca albiceleste, el goleador roldanense hizo 220 goles, una cifra que intentará engrosar el domingo. De hecho, en la liga de San Martín anotó 247, sumando sus conquistas en Atlético Sastre y Americano. “Hubo muchas alegrías, a lo mejor cuando el tiempo pase me daré cuenta de todos los goles que convertí con esta camiseta. Los hinchas te lo hacen saber día a día con cariño, por eso siempre estoy agradecido y los voy a llevar en mi corazón”, describió emocionado.

Casañas alcanzó tanta popularidad en El Trébol que su rostro se ve en banderas y murales. Apodado “El Mostro del Gol”, se transformó en ídolo por su gran cantidad de goles, pero también por convertirlos en momentos claves. “Me tocó siempre hacer goles en los clásicos frente a El Expreso, le hice 17 y cada uno para el hincha queda en la memoria. El del campeonato 2012 me quedó marcado también”, recordó. También hizo uno en la final que disputó y ganó con Sastre ante Atlético San Jorge, mostrando que el cambio de camiseta no hizo mella en su talento.

“Los momentos del fútbol pasan muy rápido, son alegrías que se disfrutan poco”, expresó. En una mirada retrospectiva, recordó momentos clave de su trayectoria, incluido su debut en primera división del fútbol argentino con la camiseta de Almagro, allá por el 2003. “Me tocó entrar y debutar en el Nacional B, faltaban ocho minutos y estábamos perdiendo 2-1. En una jugada en el área, el arquero dio rebote, le pegué de volea e hice el gol de empate”, describió. “Fui muy feliz, como en el ascenso a Primera con Almagro y jugar en cancha de Lanús, un sueño que siempre busqué y nunca bajé los brazos para conseguirlo”.

A Buenos Aires había llegado luego de jugar desde los cuatro años de edad en el San Lorenzo roldanense, donde pasó su infancia. Estuvo unos años en Atlético San Jerónimo y en la localidad de Fuentes, hasta que vio de cerca la gran oportunidad. “Llegué a Almagro con muchos sueños. Jugar en Primera División y recorrer los estadios del fútbol argentino es algo que no tiene precio. Para cualquiera que juega al fútbol es lo máximo y yo lo cumplí”, señaló.

Desde Roldán al fútbol nacional, y desde allí a ser uno de los grandes referentes de la pelota santafesina. Casañas fue torazo en rodeo ajeno. “Siempre estoy agradecido a mi familia, mi mamá, mi papá, mis hermanos Walter, Griselda y Jorgelina, que siempre estuvieron conmigo en las buenas y en las malas”, dijo, y recordó también a todos aquellos que lo acompañaron durante su estadía en Capital Federal. “Son parte de mi carrera, como mi señora y mis hijos desde la llegada a El Trébol. La ayuda de la familia es fundamental en cualquier deportista”.

Por si quedan dudas de su ambición, Franco saltará a la cancha este domingo con la ilusión de “disfrutar y ganar”. Piensa seguir ligado a la pelota y unirse al equipo senior en el futuro, aunque eso se verá más adelante. “Ahora llevaré a mi nene a que se divierta jugando al fútbol. Él juega para El Expreso y lo acompañó como me acompañaron mis papás cuando yo era chico”. Paradojas del destino, su hijo juega para el acérrimo rival de Trebolense. Y mientras se prepara para disfrutar de su familia, los hinchas ya preparan su partido homenaje.