Deportes

El mejor espejo: la roldanense que dirige en el club donde se inició Scaloni y compartió charlas con él

Lucía Hag se encarga de tres categorías en etapa formativa de Matienzo y fue retratada junto al entrenador de la Selección durante el Mundialito que se jugó en los primeros días del año. No fue la primera vez: “Tuve varios encuentros, es muy sencillo y humilde”.

La presencia de Lionel Scaloni en el comienzo del 38° Mundialito de Arteaga, un torneo que el entrenador de la Selección Argentina jugó cuando era chico, llegó a las pantallas de los principales medios nacionales. Luego de la competencia y del homenaje del club, llegó el momento de las fotos que inmortalizaron el momento. Y en ellas apareció Lucía Hag, la joven roldanense que dirigió a la categoría 2015 en este certamen y trabaja en las divisiones formativas de Matienzo, el club donde se inició el DT albiceleste. 

Apasionada por el fútbol, Lucía comenzó a trabajar en Sportsman allá por el 2016 y en 2021 se mudó a Pujato, donde se hace cargo de las divisiones más chicas. En 2024, de hecho, dirigirá tres equipos desde las categorías 2019 a 2015. “No estamos acostumbrados a jugar de forma competitiva, lo vivimos de otra manera. En estas edades, el niño se tiene que divertir y disfrutar”, argumentó en charla con El Roldanense ella, quien ya ha tenido otros diálogos previos con Scaloni en las instalaciones del club.

“Tuve varios encuentros con él, ya que cada vez que viene a Pujato regresa al club. Pude charlar en las prácticas de la categoría 2015, en la cual estaba su hijo”, describió. “Es un tipo sencillo, viene a sacarse fotos con los chicos o a pasar un rato en club. Una vez se tomó una foto junto al equipo femenino de Matienzo en donde juego”, detalló. Ante la consulta sobre si el entrenador campeón del mundo le había brindado algún consejo como colega, señaló: “Nunca me dijo nada, es muy humilde, siempre se queda al costado y mira tranquilo las prácticas o partidos”.

Unida a la pelota desde sus primeros años, Lucía recuerda con alegría los picados en los que participaba cuando era chica. “Siempre jugué al fútbol, iba con mis hermanos a jugar con sus amigos a la canchita de Coprol o a la casa de mi abuela Zulema. Era lindo pasar tardes enteras ahí”, recordó. “Lo siento como parte de mi vida. Hoy en día me pone muy contenta que muchas chicas jueguen desde edades tempranas, o estén en un club a los 4 o 5 años. Yo nunca tuve la oportunidad de hacerlo”, expresó.

El año que acaba de comenzar es el cuarto desde que llegó a Matienzo. “Este es un club hermoso, muy familiero, en el que todo se hace a pulmón. Me abrieron las puertas y estoy agradecida. Ya salí campeona con Sportsman y quiero serlo también acá”, se esperanzó. “Me gusta acompañar la etapa formativa de los chicos, mi objetivo siempre es que ellos sean felices y puedan disfrutar del deporte como lo hice y lo sigo haciendo yo. Deseo que quieran al club como a su casa”, afirmó. Mientras apunta a ese sueño, tiene un espejo inmejorable al que mirar.