Emprendedores

Se reinventaron tras la cuarentena y reabrieron como bodegón pizzero

Tras mudarse a su nuevo local justo antes del inicio de la pandemia, la Cueva de Arga volvió a abrir con un nuevo sello. Pizzas y cerveza artesanal.

La Cueva de Arga se instaló en el cruce de rutas 9 y AO12 justo antes del inicio de la pandemia. Pudieron abrir poco más de un mes, cuando el contexto los obligó a cerrar. Tras la cuarentena, se reinventaron con un nuevo sello para la reapertura. Aquel bar clásico que estaba ubicado en José Hernández y San Juan, hoy mutó a bodegón pizzero. A la cerveza artesanal que ya servían anteriormente, le añadieron pizzas gigantes.

“Esta es una etapa totalmente diferente a lo que hacíamos. Mutamos y tenía que ser algo distinto. Hacemos pizzas súper gigantes de 45cm de diámetro, hechas con masa madre sin usar levadura. Además, se hacen en el momento, todo fresco”, cuentan. Con cada pizza, comen entre tres y cuatro personas. Hay 25 variedades de pizzas diferentes y un horno exclusivo para celíacos. Además, en el local cocinan empanadas grandes y calzones. 

Uno de los elementos que distinguía al local antes de la mudanza y continúa haciéndolo actualmente es la cerveza artesanal. Los dueños del local, dos primos hermanos de cuyas primeras sílabas de apellido deriva el nombre del negocio, destacan que tienen cuatro variedades. “Tenemos cuatro estilos diferentes de cerveza. Trabajamos una stout, otra irish red, Blonde e IPA. Incorporamos también la línea industrial y tenemos vinos, gaseosas y tragos”.




A partir del jueves 19, la Cueva sumará al menú una lista de postres, realizados por el cocinero roldanense Ricardo Fernández. Mientras tanto, no descartan la posibilidad de que vuelvan los shows de música en vivo. “Seguimos estrictamente el protocolo. En el momento que nos den autorización, intentaremos hacerlo. Se trata de algo unplugged, dos personas que vengan a tocar algo tranqui, mientras vos estás comiendo”, relatan.

A diferencia del anterior local, que era mucho más pequeño, el actual dispone de mucho espacio exterior. “Acá el espacio es grande. No tenemos problemas con el protocolo porque entra mucha gente. Tenemos bien separadas las mesas y es todo abierto”, dicen. Incluso, cuentan con delivery y llegan a cualquier barrio de la ciudad. Atravesando el tercer año en Roldán, el negocio abre de jueves a domingo, de 19 horas hasta las 00:30, mientras ambos se esperanzan con agregar más días en el verano.

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