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Sueña con los guantes puestos: con 15 años, se fue a probar a un club de Buenos Aires y quedó

Teo Cara Figueroa tiene 15 años recién cumplidos, salió del club San Lorenzo local y también pasó por el CCUP. “Esto requiere disciplina y constancia, y él las tiene”, contó su madre.

Luego de superar una prueba en Buenos Aires, el roldanense Teo Cara Figueroa quedó en las divisiones inferiores de Temperley, un club del conurbano bonaerense. Arquero, de 15 años recién cumplidos, comenzó a jugar siendo muy chico y tuvo un buen recorrido por equipos de la ciudad y alrededores, hasta que le llegó esta oportunidad. Silvia, su madre, cuenta los entretelones del gran sueño que hoy persigue Teo, ya alojado en la pensión del club Gasolero.

“Fue a una pensión donde viven otros chicos ‘06 y 2007/08. Les dan hospedaje y los llevan a probar a diversos clubes. Le fue bien en Lanús, pero se presentó a una prueba en Temperley y gustó desde el principio”, contó Silvia a El Roldanense. Su hijo completó unos días más de entrenamiento y pronto le confirmaron que lo querían. “Fueron pocos días, pensamos que iba a llevar más tiempo, aunque se adaptó muy bien al club”, aseguró.

Teo empezó a patear la pelota cuando tenía cuatro años en el San Lorenzo local. Luego pasó al Club Atlético San Jerónimo, de la localidad vecina, y estuvo un tiempo en el CCUP. Tras jugar en San Telmo de Funes, pudo viajar para realizar las pruebas. “Siempre buscó avanzar y mejorar el entrenamiento. Jugó también para el selectivo de Roldán dos años y éste verano lo hizo para el selectivo SURBAR de Cañada de Gómez”, detalló ella, y señaló que todos los entrenadores que tuvo “han sido excelentes personas”.

Cada día, el joven roldanense se levanta a las 6:15 y viaja más de una hora en colectivo para asistir al entrenamiento. “Lo hace con una voluntad increíble, siempre ha sido muy constante. Esto requiere disciplina y constancia, y las tiene”, explicó Silvia. “El trato del técnico y del entrenador de arqueros es excelente, no solo a nivel técnico sino también humano, considerando que son chicos que pueden llegar a extrañar y necesitan un poco más de contención”, describió.

“En la pensión donde vive también está muy cómodo. Una condición del club, y nuestra también, es que estudie. Ya empezó la escuela en Lanús. Combinará escuela y entrenamiento y está feliz”, complementó su madre. Más allá de la distancia, para la familia esta chance también es una gran noticia. “La tecnología nos acerca y permite hablar todo el tiempo sobre cómo fue su día y cómo se siente. Se extraña pero es su sueño y jamás le podríamos impedir que luche por eso. Qué lo intente hasta dónde llegue”, se esperanzó.