Aunque todavía no está terminado, el Aliviador III ayudó durante las tormentas
Se trata de una estructura que se construye en Rosario, cuyo objetivo es prevenir inundaciones en una amplia región que incluye a Roldán.
Después de las históricas inundaciones de 2012, la Provincia anunció la construcción del Aliviador III en Rosario, clave para prevenir inundaciones en una amplia región que incluye a Roldán. Aunque todavía no fue oficialmente inaugurada, hoy la obra se encuentra casi terminada y en los últimos temporales ya comenzó a prestar servicios.
Tanto durante la tormenta del pasado viernes como en el marco de la acontecida diez días atrás, el acueducto que se extiende en la vecina localidad desde el arroyo Ludueña hasta el Río Paraná por debajo de avenida Sorrento, colaboró a la hora de hacer correr el intenso efluente pluvial que cayó sobre el sur santafesino.
Según se apunta hoy en el diario La Capital, el funcionamiento de la estructura en cuestión incluso llegó a impedir que se inunden barrios de Rosario.
“Afortunadamente, y si bien no estaba habilitado, gran cantidad de agua ingresó al conducto en construcción, cumpliendo ya la función de aliviador, evitando inundaciones aguas arriba”, señalaron en ese sentido desde la UTE Obring – Edeca, empresa que lleva adelante la ejecución del canal subterráneo.
En tanto, desde la misma firma contratista indicaron que “en sesenta días estaría finalizada la obra completa”. Así, se estaría cerrando una importante dotación de estructura que se iniciara hace ya cuatro años atrás.
Desde su concepción, el Aliviador III fue considerado fundamental para el drenaje de lluvia en toda la cuenca del arroyo Ludueña, zona que comprende a Roldán, frente a escenarios de abundantes precipitaciones.
Es que la impactante transformación de suelo rural en urbano y la consiguiente merma en su capacidad de absorción (fenómeno que en las últimas décadas irrumpió con fuerza en toda la región), hizo que los antiguos conductos de drenajes ya no alcanzaran para dar respuesta frente a temporales de determinada intensidad.
El Aliviador III fue entonces diseñado para sumar capacidad de drenaje frente al nuevo panorama. Se trata de un conducto en túnel de cinco metros de diámetro, dos kilómetros de longitud y diez metros de profundidad, el cual trabaja como una especie de by pass que empieza a funcionar cuando el arroyo Ludueña crece en forma extraordinaria y supera cierto nivel.