En las últimas semanas el acceso a Rosario por autopista fue escenario de una preocupante seguidilla de robos y agresiones contra automovilistas. Este martes se anunciaron medidas que persiguen el objetivo de reforzar la seguridad en la zona y evitar nuevos casos.

Según lo anunciado por autoridades policiales de la Unidad Regional II en diálogo con las cámaras de Canal 3, se tomó la determinación de apostar dos nuevos móviles de modo fijo a la vera de la calzada.

La ubicación de los coches, que se suman a los que ye prestaban funciones en el tramo comprendido entre Circunvalación y el puente Wilde, se considera estratégica: fueron emplazados en el ingreso a los barrios Santa Lucía y Tango, ambos localizados en la zona oeste de Rosario.

La función de esos patrulleros, explicó Marcelo Gómez, subjefe de la URII, es vigilar la zona las 24 horas y en caso de que algún vehículo se detenga, acercarse “para entrevistar al conductor”.

Además, el comisario detalló que también se dispusieron otros dos móviles para recorrer de modo permanente la distancia entre Rosario y Roldán, zona que por la reiteración de robos hoy está bajo la lupa.

Gómez se refirió por otro lado a la casilla policial que se instaló en la zona como una suerte destacamento, pero que todavía no fue habilitada. Explicó que todavía no cuenta con los servicios necesarios, los cuales llegarían “a la brevedad” y que por el momento “sirve de apoyo al patrullero que está siempre en el lugar”.

El refuerzo de seguridad en la autopista llega ante la seguidilla de delitos en el acceso a Rosario, y también luego de que legisladores pidieran informes en la Legislatura santafesina para conocer el cuadro de situación.

Incluso el propio gobernador Miguel Lifschitz supo apersonarse en el lugar durante enero último. En el marco de una recorrida por la zona, anunció que se iban a tomar medidas y que se analizaba erradicar asentamientos irregulares emplazados sobre el corredor.